Tanto la primera como la última mujer asesinada en Cochabamba habían dado a luz a cinco hijos. Otra más adulta, de 70 años, dejó cuatro hijos en la orfandad. Una tuvo tres hijos, aunque criaba también a los dos hijos de su marido, el hombre que la mató. Cinco mujeres tuvieron dos hijos cada una, cuyas edades oscilan entre 2 y 9 años.
Las mujeres asesinadas tenían entre 21 y 70 años. Cuatro de ellas tenían entre 21 y 29. Tres tenían entre 32 y 34 años. Una tenía 48 y otra 70.
Cinco mujeres fueron asesinadas en el municipio de Cercado. A otras cuatro mujeres les arrebataron la vida en la provincia Chapare, en los municipios de Sacaba, Colomi, Shinahota y Entre Ríos. Una fue encontrada en el municipio de Santiváñez y otra en el municipio de Quillacollo.
El mes en el que ocurrieron más feminicidios fue mayo. Tres mujeres fueron asesinadas en el “mes de las madres”. En los meses de enero y abril hubo dos feminicidios. En julio, octubre y noviembre hubo un feminicidio.
En cuanto al tipo de muerte que sufrieron, cinco mujeres fueron estranguladas o asfixiadas, tres mujeres fueron apuñaladas; una fue muerta con heridas de picota, otra fue arrojada desde un peñasco y luego quemada. Otra fue muerta a golpes de puños y patadas.
Respecto al nexo que había entre las mujeres y los feminicidas, se evidenció que cinco de ellos eran sus parejas o convivientes; cuatro eran sus esposos, y dos eran sus exparejas.
Todos los feminicidas fueron capturados y nueve de los 11 ya han sido sentenciados por su delito. Ocho de ellos a 30 años de cárcel y un adolescente permanecerá encerrado seis años en un centro de infractores. Otros dos varones acusados de feminicidio tienen detención preventiva y están a la espera de su juicio.
Autoridades destacaron que, a diferencia de años anteriores, las cifras de feminicidios en Cochabamba y en Bolivia han disminuido y que eso significa que la violencia machista se ha reducido.
La abogada del Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres, Mercedes Cortez, ha declarado que esto no es así, pues hay cifras como las tentativas de feminicidio y los homicidios suicidios (cuando un hombre violento orilla a las mujeres víctimas a quitarse la vida), que no son muy visibilizadas por los administradores de justicia.
Entre el 1 de enero y el 30 de septiembre, hubo 145 tentativas de feminicidio en Bolivia. Esto significa que 145 mujeres estuvieron a punto de morir en manos de un violento. Si sobrevivieron no fue porque los agresores se hayan arrepentido, sino por circunstancias ajenas a su voluntad de verlas muertas.
De acuerdo a datos de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (Felcv), en Cochabamba, del 1 de enero al 20 de diciembre, se registraron 26 tentativas de feminicidio.
Los homicidios suicidios también pasan desapercibidos, pero son una trágica consecuencia de la violencia machista. Las mujeres cuya autoestima ha sido destruida, que han sido aisladas de sus familias, de sus amigos; que están profundamente deprimidas y que ya no soportan los golpes, insultos y amenazas de muerte, terminan quitándose la vida porque sus agresores las han hecho creer que ya no hay salida para ellas.
En Cochabamba, según la Felcv, entre el 1 de enero y el 20 de diciembre, hubo ocho homicidios-suicidios. No existe una cifra oficial del número de estos casos en Bolivia “y hay que empezar a exigirla para seguir visibilizando los frutos perversos de la violencia machista”, dijo la abogada especialista en violencia contra las mujeres, Mercedes Cortez.