Al paso del desfile, los militares del servicio pasivo fueron vitoreados por los paceños. “¡Héroes! les gritaban mientras eran aplaudidos. El desfile estuvo encabezado por la banda Eduardo Caba.
“55 años han pasado desde que se silenciaron las armas en el sud este boliviano, desde el momento que terminó la aventura de un grupo de extranjeros y bolivianos, cuyo objetivo fue tomar el poder e irradiar su nefasta teoría hacia los países de Sudamérica bajo la nefasta consigna de un Vietnam”, dijo el presidente de la Unión de Militares del Servicio Pasivo de las Fuerzas Armadas, general Tomás Peña y Lillo.
El general recordó que esa agresión del comunismo internacional nunca halló eco en el pueblo de Bolivia, simplemente porque se les prometía una tierra que ya poseían, una libertad que ya tenían y una igualdad mentirosa.
“(Su ideología) simplemente nivelaba la pobreza hacia abajo, manteniendo élites parásitas que no compartían los sufrimientos de los pobres, jurando una justicia social que en realidad significaba quitar a los que trabajaban para darle a los que nunca trabajaron, pero llegaron”, apuntó.
Asimismo, en acto especial, el pasado sábado, militares del servicio pasivo de Santa Cruz, Cochabamba, Oruro, Potosí, Chuquisaca, Tarija y Pando rindieron su homenaje a los últimos beneméritos de la Patria que el 8 de octubre de 1967 derrocó al grupo comandado por Ernesto Che Guevara en Bolivia.
El coronel en servicio pasivo del Ejército, Jorge Santistevan, lamentó que los soldados no hayan sido reconocidos por los últimos gobiernos, pese a haber allanado el camino a la libertad, democracia y dignidad boliviana.
Añadió que en el acto de homenaje a los soldados que sobrevivieron, recordaron también a los 58 caídos en combate hace más de medio siglo.
“Es una historia de mucho heroísmo y patriotismo que desafortunadamente nuestros gobiernos no lo han reconocido, apenas son reconocidos como beneméritos pero sin beneficio alguno”, explicó.
DATOS
Santistevan recordó que entre 1966 y 1967 las Fuerzas Armadas lucharon contra el Che, que llegó a Bolivia a instalar una guerrilla o lo que él llamó “un nuevo orden político”, sin tomar en cuenta que el país ya había dado saltos cualitativos como la Reforma Agraria.
“El Che Guevara fue un cobarde que ingresó en forma encubierta, e intentó derrocar con las armas al Gobierno, no contó con la entrega al servicio, el amor y patriotismo de nuestros soldados que lo persiguió hasta derrotarlo. Ese fatídico día, 8 de octubre con su lema “Patria o Muerte Venceremos”, hoy emulado e impuesto a las Fuerzas Armadas de nuestro país por Evo Morales, cobardemente se entregó a los soldados, olvidando su “Patria o Muerte” y exclamando a gritos “no disparen, soy el che, valgo más vivo que muerto”,”, recordó.
Aclaró que al siguiente día, después de un año de combates y varias bajas de ambos bandos, fue ejecutado (no asesinado) por invasor.