Advierten que el Gobierno no tiene la menor intención de desarticular la organización criminal liderada por Evo Morales, quien ha bloqueado el país durante 23 días, causando un daño económico de cerca de 2.000 millones de dólares y aumentando la agudeza de la crisis, por ambiciones personales como frenar los procesos en su contra y ratificarse como candidato de su partido.
Mientras las fuerzas del orden y el Gobierno tengan dos corazones, uno latiendo por el presidente del Estado, Luis Arce, y el otro latiendo por el líder cocalero, Evo Morales, ningún operativo de captura en contra de la cúpula “evista” dará un resultado efectivo, según sostuvo el abogado y exfiscal de distrito de Santa Cruz, Jaime Solíz Phiel.
“La Policía está muy infiltrada por el MAS (Movimiento Al Socialismo). La Policía y el Ministerio de Gobierno, en este momento, tienen dos corazones: un corazón que late por (Luis) Arce y otro que está latiendo por Evo Morales, y mientras exista esta dualidad, ningún operativo va a tener resultados”, señaló Solíz en declaraciones a EL DIARIO.
Tras las recientes aprehensiones y encarcelamientos de dos dirigentes “evistas”, Solíz advirtió que estas acciones serían solamente un mecanismo del Gobierno para negociar con el expresidente y una operación destinada solamente a la captura de ellos dos. Sin embargo, no descartó que Morales podría ser aprehendido pronto, dependiendo de cómo se evalúe la situación desde el Ejecutivo.
“El Gobierno no tiene la menor intención de desarticular la organización criminal liderada por Evo Morales, que ha bloqueado el país durante 23 días causando un daño de cerca de 2.000 millones de dólares y aumentando la agudeza de la crisis económica (…). Pienso que lo que hicieron con Humberto Claros y Ramiro Cucho es solamente buscar un mecanismo para negociar más adelante con Evo Morales”, indicó.
El abogado expresó que tiene la impresión de que el Gobierno le teme a Evo Morales, quien actualmente es un “cadáver político” asustado y replegado en el Chapare, que está “pidiendo pita” a la izquierda internacional para poder recibir protección, con el fin de no caer preso por las diversas denuncias que enfrenta, entre acusaciones de violencia sexual y sindicaciones de promover el bloqueo de caminos.
“Me da la impresión de que le temen a Evo Morales, cuando es un cadáver político (…). Hizo un bloqueo de 23 días, no logró ninguno de sus objetivos y están deteniendo a su gente, entonces Morales ahora, o está pidiendo pita, o está huyendo, o está decidido a morir y enfrentarse (a la justicia). Pero conociendo a este sujeto, creo que lo más probable es que está pidiendo pita y debe estar hablando a los cubanos y venezolanos para que intermedien por él, para que lo protejan y no vaya preso”, agregó Solíz al Decano de la Prensa Nacional.
LA MISMA MONEDA
Por su lado, el abogado y docente universitario, Paul Coca, sostuvo que Morales sale definitivamente mal parado luego de los bloqueos, tanto ante la población como ante su propio partido; mientras, el presidente Arce también ganó mayor rechazo por permitir el bloqueo, lo que muestra que ambos son dos caras de una misma moneda.
“Directamente la población rechaza a Evo Morales y sus actitudes (…). Ha quedado muy mal parado ante la población, ante su propio partido y, lo más importante de todo, esto que ha realizado no tiene ninguna forma de enmendarlo”, señaló Coca al diario Correo del Sur.
Con respecto a la “otra cara” del MAS, agregó: “Luis Arce está con rechazo negativo porque él, como Presidente del país, poco o nada hizo para impedir los conflictos y, sobre todo, cuando Santa Cruz paraba, realizaba movilizaciones, él iba con mano dura. Con (Evo Morales) dejó que hiciera lo que ya se vio que hizo porque son del mismo partido; Arce y Evo son dos caras de una misma moneda”.
¿PROTESTAS PACÍFICAS?
En recientes operativos policiales, fueron aprehendidos los dirigentes afines de la cúpula “evista” Humberto Claros, de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) y Ramiro Cucho, del Consejo de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq).
Ambos dirigentes, quienes encabezaron el bloqueo de carreteras durante 23 días causando grandes pérdidas al aparato productivo del país y generando violencia contra policías y periodistas, fueron trasladados a la ciudad de La Paz: Claros desde Quillacollo, Cochabamba, y Cucho desde Uncía, Potosí.
La Policía está también detrás del exministro de Morales, Juan Ramón Quintana, y el dirigente campesino, Ponciano Santos. El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, señaló que se realizan numerosos operativos para dar con el paradero de ellos, aunque negó que de momento exista una orden de captura contra el jefe cocalero.
La Procuraduría General del Estado (PGE) presentó otra denuncia por el mismo tema y solicitó la ampliación de las investigaciones por la presunta comisión de los delitos de asociación delictuosa, instigación pública a delinquir y terrorismo, en contra de Quintana y los dirigentes del Pacto de Unidad “evista”, Claros y Santos.
Desde la facción radical, seguidora de Morales, consideraron que las detenciones fueron ilegales e injustas. Aunque en todo momento el “evismo” aseguró que sus movilizaciones fueron pacíficas, se registró numerosos incidentes de violencia y enfrentamientos que dejaron un total de 94 policías heridos y periodistas secuestrados.