“(Estamos ante) la posible creación de un movimiento sedicioso, belicoso, guerrillero en Bolivia vinculado a un sector mafioso de interculturales con el PCC de Brasil”, enfatizó el senador de Comunidad Ciudadana, Rodrigo Paz.

Estas declaraciones surgen luego del enfrentamiento por tierras, registrado el 2 de diciembre en la Subcentral Pailitas, próxima a Las Londras. Por este hecho 12 personas fueron heridas y Félix Ribera perdió la vida.

Insisten en invocar

el Estado de Derecho

Sobre esta condena de muerte, el vocero presidencial, Jorge Richter, señaló que “no hay posibilidad de que haya grupos armados en Bolivia” porque asume que estos grupos carecen de armamento y organización.

“Se habla así ya de capacidades armadas en grupos sociales de ciudadanos. Eso no es aceptable, el Estado no lo permite. Entonces allí sí tiene que haber una intervención simultánea del Estado (y) de la Justicia”, afirmó Richter en entrevista con El Deber Radio.

Por su parte, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, expresó que el Estado no tolerará actividades delictivas de interculturales en tierras fiscales. “Cualquier persona que amenace con la utilización de arma de fuego va a tener (…) una sanción ejemplar”, manifestó.

Más de 20

interculturales

armados Con 2

años de impunidad

El 28 de octubre de 2021 en Las Londras, más de 20 interculturales encapuchados y armados secuestraron y torturaron al comandante de la Policía de la Chiquitania, Rolando Torrico, a otros tres uniformados, seis periodistas y siete civiles.

Los pusieron boca abajo para ser golpeados y con disparos destruir las cámaras de los reporteros de Unitel, Red Uno, Atb y El Deber, mientras les gritaban que los iban a quemar, relataron los periodistas a El Deber.

Los interculturales Hebert Canaza Sacaca y Nicolás Ramírez Taboada, investigados por este secuestro, son los mismos que este miércoles condenaron a muerte a empresarios y los responsabilizaron del deceso de Ribera. Ramírez tiene mandamiento de aprehensión de la Fiscalía, porque fue identificado como uno de los encapuchados armados.

“Esta relación es cada vez más conjunta, sobre todo en el oriente del país. La relación activa de interculturales en el tráfico de tierras, que después se convierten en generación coca y establecen una relación de narcotráfico con Brasil”, aseveró Paz.

A la fecha, existen cinco personas procesadas por la justicia. Solo Nelson Rivadeneira Escalante permanece en la cárcel. Mientras que Paulino Camacho Vedia y Hebert Sixto Canaza Sacaca gozan de arresto domiciliario con derecho a trabajar. Los otros dos son: Martín Tejerina Viillalobos y Nicolás Ramírez Taboada, quienes continúan prófugos. (El Deber y Agencias)