Desde hace aproximadamente 20 años, en nuestro paÃs han venido proliferando conceptos populistas con el afán principal de dividir a la población y hacerle creer, por ejemplo, que era indispensable iniciar un “proceso de cambioâ€, que implicaba no cometer los errores de gobiernos anteriores, vilipendiados por no profesar la ideologÃa socialista. Pero paulatinamente, desde la llegada del MAS al gobierno nacional, la realidad ha demostrado lo contrario, es decir que los problemas principales de Bolivia no han sido solucionados.
Ahora nos referiremos a la definición de “movimientos socialesâ€, (neologismo por clases sociales) ampliada durante los últimos veinte años, que es una abstracción que, como todas las abstracciones, nada significa. Al contrario, solamente tienen valor los términos concretos. En esa forma, se desconocÃa de qué clases sociales estaban formados dichos “movimientosâ€, tampoco se sabÃa dónde estaban y menos a dónde iban. Luego se supo que en Europa «movimientos sociales» son agrupaciones de arquitectos, médicos, choferes, empleados de servicios, etc. Pero esa categorÃa en nuestro paÃs fue aplicada únicamente a los campesinos y algunos sectores de obreros, siendo convertidos en partidarios del gobierno masista. Es decir que en el viejo mundo todos pueden ser movimientos sociales, pero en Bolivia solamente los que apoyan al gobierno de turno.
En todo caso, en principio en nuestro paÃs esos “movimientos sociales†estaban unidos en torno a objetivos nacionales y democráticos, pero tan pronto ellos fueron olvidados, esos organismos se dividieron o están en vÃas de extinción, dejando en la orfandad a sus propiciadores. Pero todavÃa quedaron otros “movimientos sociales†que, ingenuamente, consideraban que sus objetivos serán cumplidos por el gobierno y no alteraron su lealtad. No perciben que, pese a las declaraciones oficiales, esas soluciones corporativas demagógicas se las llevó el viento. Entonces, su destino estaba decretado con su fragmentación y soledad.
Por esos antecedentes, se produjo la insurrección popular de 2019, la misma que, aunque se frustró momentáneamente, sigue madurando en pos de los objetivos de un ideario de contenido nacional y democrático que debe ser cumplido plenamente, En caso contrario, el paÃs continuara en un cÃrculo vicioso de reacción permanente.
En sÃntesis, se puede considerar que el proceso iniciado a principios del presente siglo, tuvo éxito mientras los “movimientos sociales†tenÃan su expresión histórica en la corriente polÃtica dominante, pero en cuanto sus dirigentes perdieron la perspectiva histórica y adoptaron poses individuales y olvidaron sus ofertas, el “proceso de cambio†llegó a su fin, definitiva e irreversiblemente.