La anestesia regional se ha consolidado como un procedimiento común en cirugías menores, permitiendo que los pacientes permanezcan despiertos durante la intervención. Este tipo de anestesia se centra en bloquear el dolor en áreas específicas del cuerpo, como un brazo, una pierna o toda la región inferior, por debajo del abdomen. Según una encuesta realizada a médicos en Latinoamérica, un 97% de los profesionales consultados eligen la anestesia regional en su práctica clínica habitual, destacando su eficacia y seguridad. Además, se ha demostrado que presenta tasas de complicaciones significativamente menores en comparación con la anestesia general.
Este tipo de anestesia aún mantiene varios mitos que necesitan ser explicados. A pesar de sus numerosos beneficios y avances tecnológicos, algunos pacientes continúan teniendo ideas equivocadas sobre este tipo de anestesia. El médico anestesiólogo, Julio Ramos, ayuda a desmentir algunos de los mitos más comunes y a explicar por qué la anestesia regional es una opción segura y eficaz en muchos procedimientos quirúrgicos.
Mito 1: la anestesia regional siempre causa parálisis permanente
Uno de los mitos más extendidos es la creencia de que la anestesia regional puede causar parálisis permanente. “Este temor es completamente infundado. Aunque algunas personas pueden experimentar entumecimiento temporal o debilidad en la zona tratada, estos efectos desaparecen en pocas horas o días”, asegura Ramos y explica que el riesgo de daño neurológico permanente es extremadamente bajo cuando se aplican técnicas adecuadas, como el uso de ecografía para guiar el procedimiento.
Mito 2: la anestesia regional es más peligrosa que la anestesia general
Muchos pacientes creen que la anestesia regional conlleva más riesgos que la anestesia general, lo cual es incorrecto. De hecho, la anestesia regional es, en muchos casos, más segura, ya que permite que el paciente mantenga la conciencia y control de sus vías respiratorias. Además, reduce el riesgo de complicaciones respiratorias y cardiovasculares que pueden presentarse con la anestesia general. Con un monitoreo adecuado, la anestesia regional es una técnica segura y efectiva.
Mito 3: es extremadamente dolorosa de aplicar
Otro mito común es que la aplicación de la anestesia regional es dolorosa. Sin embargo, gracias a los avances en tecnología, como el uso de ecografía, los anestesiólogos pueden guiar sus procedimientos con precisión, reduciendo cualquier malestar. En la mayoría de los casos, el paciente solo siente una leve molestia durante la administración del anestésico.
“Cuando se realiza por profesionales capacitados, la anestesia regional es una técnica segura. Los estudios demuestran que, en ciertos casos, como cirugías ortopédicas o procedimientos ambulatorios, ofrece menos complicaciones postoperatorias en comparación con la anestesia general, como náuseas, vómitos o desorientación. Además, tiene el beneficio añadido de disminuir la necesidad de opioides para controlar el dolor después de la cirugía”, añade el experto.
La evolución de la tecnología ha transformado la anestesia regional. El uso de ecografía ha mejorado significativamente la precisión de la técnica, permitiendo a los anestesiólogos visualizar en tiempo real los nervios y estructuras circundantes. Esto ha reducido el riesgo de complicaciones como punciones vasculares o inyecciones incorrectas. Además, las nuevas agujas especializadas y mejores agentes anestésicos han optimizado tanto la seguridad como la eficacia de la anestesia regional, según explica Ramos.
Formación y preparación de los anestesiólogos
Los anestesiólogos especializados en anestesia regional reciben una rigurosa formación teórica y práctica. Esta incluye simulaciones, uso de tecnologías avanzadas como la ecografía y formación continua en anatomía aplicada. También siguen estrictos protocolos de seguridad y monitoreo constante del paciente para minimizar cualquier riesgo.
Eventos como el Simposio Internacional de Anestesia Regional, realizado recientemente en Bolivia, permiten a los especialistas mantenerse actualizados en las últimas técnicas y conformar redes de apoyo, asegurando un alto nivel de seguridad en los procedimientos. El encuentro contó con tres conferencias principales, impartidas por especialistas internacionales: “Dolor Crónico”, a cargo del médico Gunar Subieta, desde Estados Unidos; “Dolor Agudo”, presentada por Laura Girón, desde Canadá; y “POCUS”, explicada por el especialista médico Héctor Ruíz, desde Colombia.
Droguería INTI, junto a sus líneas B.BRAUN, INTI Éticos y Pharmandina, apoyaron esta actividad y reafirmaron el compromiso de la empresa con la formación continua de profesionales de la salud, promoviendo el intercambio de conocimientos y la actualización en técnicas avanzadas.