A pesar de que ya denunciaron que los contratos suscritos por el Gobierno con una empresa china y otra rusa, donde los bolivianos pagarán las inversiones de estas compañías y esperarán la voluntad de las mismas para recibir regalías, en el porcentaje que ellos decidan, el Gobierno presiona a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) para su aprobación. Las redes sociales expresan que el Movimiento al Socialismo (MAS) perdió el gas, el mar, el Silala y ahora entrega el litio a empresas de China y Rusia.
A eso se ha sumado otra denuncia de la diputada Luciana Campero, de que dentro del contrato con la empresa china figura una compañía fantasma, con un patrimonio que no pasa los 10.000 dólares.
El litio es estratégico para Bolivia, pero los contratos con Uranium One Group y CBC benefician más a empresas extranjeras que al país. Organizaciones de la sociedad civil piden que la Asamblea no los apruebe, señala la Fundación Milenio en su cuenta @fmilenio.
“Bolivia, antes de aprobar contratos de largo plazo, debe tener una ley socializada y específica de Litio, por su importancia. Luego, se deben realizar licitaciones abiertas y transparentes dirigidas a postores calificados”, opinó el expertos en temas hidrocarburíferos Álvaro Ríos, en X.
Anulación
Mientras comunarios de las zonas otorgadas por el Gobierno a las transnacionales, piden la anulación de los contratos, pues señalan que no fueron consultados y ahora quieren socializar una cosa ya hecha.
Asimismo, ciudadanos se adhieren al manifiesto emitido por la Fundación Jubileo, la Fundación Milenio, la Fundación Solón, el Club de Ginebra y el Cedib respecto a los contratos que la empresa Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) suscribió con las empresas Uranium One y Hong Kong CBC.
“Pedimos a la Asamblea Legislativa Plurinacional no aprobarlos por el carácter lesivo a los intereses del país y exigimos al Gobierno resolverlos”, por las razones expuestas en el manifiesto.
Como se recordará, las cinco instituciones expusieron 13 puntos, por el cual no se debería viabilizar los contratos con la empresa china y rusa, pues los bolivianos pierden.
“Constatamos que la improvisación y falta de experiencia de parte de Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB) en la negociación de los contratos de recursos naturales y la camisa de fuerza de las normas podrían llevarnos a una nueva frustración, por la duración de los contratos (más de 30 años), similar a lo sucedido con otros proyectos fallidos en los últimos 19 años”, señala parte de las conclusiones que difundieron las cinco instituciones.