Los expositores explicaron que los aymaras saben que los ajayus (almas) llegan en noviembre con mucha hambre y sed “porque hicieron un viaje largo”, incluso que reencarnan y pueden presentarse en forma de insectos como moscas y hormigas, porque esas formas les permiten acercarse a la mesa o altar que la familia prepara con una gran variedad de masas, alimentos y bebidas.
“Para recibir al alma, cada familia arma con los mejores alimentos y masas con T’anta wawas, panes, galletas, además de las cosas que le gustaban al alma”, indicó uno de los expositores, a tiempo de asegurar que muchas de las costumbres, con los años, se fueron perdiendo y solo se mantienen en algunos sectores rurales.
Por ejemplo, estos días, las puertas de las casas deben permanecer abiertas como signo de invitación a los “ajayus”, además, en la noche los dolientes, familiares y conocidos se reúnen alrededor de la mesa armada donde recuerdan al ser querido y comparten alimentos y coca.
La feria exposición se realizó en el atrio del Monoblock de la UMSA. Los estudiantes también colocaron imágenes, en los altares, de docentes y estudiantes fallecidos como homenaje póstumo a personas que pertenecieron a esa casa de estudios superiores.
Para el rector de la UMSA, Oscar Heredia, Todos Santos es un momento de sentimientos encontrados, de la simbiosis entre la costumbre, la tradición y la religión, de recordar a quienes nos dieron amor y enseñanzas y que ya no están más en este mundo, por lo que agradeció la iniciativa de la Carrera de Lingüística.
En tanto, la decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Virginia Ferrufino, recordó que el país es de costumbre y tradiciones y, en ese marco, resaltó el trabajo de docentes y estudiantes para que la población conozca más sobre Todos Santos. “Estamos un año más para decirles que permanecen en nuestro corazón y lo haremos año tras año para que las futuras generaciones repliquen esta tradición”.