Seguridad jurídica y una política de cielos abiertos son vitales para que el turismo llegue al país, y también haya un crecimiento importante del sector para generar divisas y más empleos en Bolivia, propuestas que son parte de la Cumbre de Planificación Estratégica del Turismo, realizado ayer por la Cámara Boliviana de Turismo (Cabotur).
Al término del evento, el sector presentó seis pilares, como una hoja de ruta, para aprovechar los atractivos que tiene el país y volver a Bolivia como un destino de clase mundial, además aumentar el número de visitas y los ingresos.
Según información oficial, el 2024, Bolivia recibió un poco más de 984.000 turistas extranjeros, que generaron un ingreso de alrededor de 736,6 millones de dólares.
Al respecto, el presidente de Cabotur, Luis Ampuero, sostuvo que los ingresos por turismo no superan los 1.000 millones y el número de visitantes es bajo, pero con las políticas adecuadas se puede incrementar los recursos que lleguen por esta actividad económica.
Pilares
Uno de los pilares apunta a la conectividad aérea y acceso turístico. Por ello, el sector exige la implementación de una política de cielos abiertos; evitar las barreras que limita la llegada de aerolíneas internacionales y nacionales; y solicitan al gobierno garantizar el acceso a divisas al viajero en igualdad de condiciones con otros sectores priorizados.
También plantean el fortalecimiento de la gestión pública y financiamiento del turismo. “Demandamos recursos suficientes para la promoción nacional e internacional como destino turístico; requerimos una infraestructura adecuada y seguridad turística para garantizar una experiencia de calidad a los visitantes”, señala el segundo pilar.
Al igual que otros sectores económicos, exigen seguridad jurídica e incentivos para la inversión. Urge la creación de mecanismos claros y estables que fomenten la inversión privada en el sector turístico y para ello proponen una revisión de la normativa vigente para adecuarla a las necesidades actuales del turismo en Bolivia.
Asimismo, no se puede dejar de lado la tecnología, por ello plantean la digitalización, la reducción de la burocracia y trámites ágiles. Sostienen que es imperativo establecer plataformas digitales eficientes que permitan la gestión de trámites turísticos de manera ágil y transparente.
“Solicitamos la reducción de barreras burocráticas y la simplificación de procesos administrativos para operadores turísticos inversionistas y turistas; se debe fomentar la transformación digital del sector, facilitando la promoción y la comercialización de los destinos turísticos bolivianos a nivel global”, señala.
En su quinto pilar, aseguran que el compromiso del sector privado con la calidad y la profesionalización es un hecho, ya que busca mejorar los estándares de servicio y posicionar a Bolivia como un destino competitivo.
“Continuamos impulsando la capacitación del talento humano, asegurando mejores experiencias para los visitantes y oportunidades de empleo en el sector”, aseguran.
Finalmente, indican que el sector privado está apostando por la integración del arte, la cultura y la gastronomía en la oferta turística del país, diversificando experiencia y generando nuevas fuentes de ingresos.
“Promovemos modelos de turismo sostenible y comunitario, fortaleciendo economías locales y reduciendo la migración de jóvenes a través de la creación de nuevas oportunidades de empleo y emprendimientos”, apuntan.
Ampuero indica que Bolivia tiene potencial para consolidarse como un destino turístico de clase mundial; hoy el turismo genera 300.000 empleos en el país.
En 2024 apenas superamos un millón de turistas con ingresos que no alcanzaron los 1,000 millones de dólares. Sin embargo, si se establecieran las condiciones favorables para la inversión en infraestructura y conectividad, estas cifras podrían multiplicarse por cinco, alcanzando los 5.000 millones de dólares en ingresos y más de 1,2 millones de empleos directos e indirectos, resalta.