Los inversores observan con cautela, mientras que las tasas de interés estiman que podrían ser de un 25%, en caso de que se pueda acceder a financiamiento.

El 19 de febrero de 2020 el riesgo país de Bolivia apenas era de 275 puntos y hasta el 31 de diciembre del 2024, la cifra subió a 2.087 puntos. A partir del 15 de marzo de 2023, el indicador superó la barrera de los mil puntos, con un riesgo país de 1.033 puntos, lo cual coincide con el inicio de la crisis cambiaria, que tuvo como consecuencia la escasez e iliquidez de dólares en el sector público y privado nacional, como su precio elevado en el mercado paralelo.
La falta de carburantes, escasez de dólares, una inflación histórica y la aplicación del veto a la exportación de carne vacuna, sumadas las críticas a los contratos de litio que firmó el Gobierno con empresas rusas y chinas, afectan la credibilidad del país y provocan incertidumbre sobre lo que puede pasar con las inversiones privadas, cuyo escenario provocó que el riesgo país vaya en ascenso.
Esa situación provoca que los créditos que pueda obtener el Gobierno en el mercado privado sean con un interés alto, de más del 250%. “Mayor riesgo menor inversión, la que hay es a mayor interés”, sostiene el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero Torrejón.
En su momento, el analista Gonzalo Chávez también observó la calificación alta del riesgo país de Bolivia, debido a que esto provoca que los futuros préstamos que quiera acceder el Gobierno sean a tasas altas.
El exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza, en su momento, también coincidió con Chávez, por separado, e indicó que una de las señales para cambiar esa percepción es reducir el déficit fiscal.
Una muestra de ello, es que en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2025 establece como garantía las reservas de oro para acceder a financiamiento y endeudar más al país para continuar con el gasto.
El analista financiero Mauricio Ríos opinó que, al parecer las acciones del Gobierno, apuntan a dejar un país en una crisis profunda para que sea difícil la administración del Estado, para el que venga después de las elecciones de agosto.
Ranking
“Haciendo un ranking a nivel regional, a la fecha, sin dudas, el primer lugar lo ocupa Venezuela con un riesgo país de 17.813 puntos, luego le sigue Bolivia con 2.021 puntos y en tercer lugar, se encuentra Ecuador con 1.319 puntos. Los países con menos riesgo para invertir son Uruguay (86 puntos), después le sigue Chile (120 puntos) y Perú (151 puntos). A nivel mundial, el promedio es de 283 puntos y a nivel de Latinoamérica es de 412 puntos”, explica Romero.
Argentina, un caso especial, pasó de noviembre del 2024 de ser la 2da. nación con mayor riesgo país en la región a ser la cuarta actualmente, después de varios años de tener este índice de manera negativa. Lo que se atribuye al gobierno de Javier Milei y sus políticas económicas de schok, con reajustes estructurales, principalmente en el área fiscal. “Recibió el país con un EMBI de 1.940 puntos y ahora se redujo a la fecha a 695 puntos”, dijo el economista.
Bolivia, destronó a la Argentina, el 29 de noviembre de 2023, como la economía con mayor riesgo país de todo el continente americano y de la región. En aquel entonces, el país tenía un EMBI de 2,046 puntos y cerró el 2023 con 2.233 puntos.
El pasado 2024, la economía comenzó con un riesgo país de 2.121 puntos, el registro más bajo de esta gestión fue de 1.701 puntos, el 5 de marzo. Posteriormente este indicador estuvo relativamente estable, hasta el 26 de junio, donde ocurrió la toma militar en la sede de Gobierno, donde al día siguiente comenzó a ascender (2.082 puntos) hasta llegar a un tope de 2.318 puntos el 10 de octubre. Luego paulatinamente presentó una relativa tendencia a la baja, pero a fines de noviembre nuevamente superó los 2.000 puntos y cerró la pasada gestión con 2.087 puntos.
Algunos datos interesantes, es que hace 5 años, es decir el 19 de febrero de 2020, el riesgo país era de apenas 275 puntos y hasta la fecha, creció en un 635%, detalla Romero.
Bolivia no siempre tuvo un riesgo país tan elevado ni menos ocupaba el 2do. lugar en el continente, inclusive llegó a tener años antes menos de 100 puntos de índice EMBI, pero desde el 2023, por problemas de solvencia y liquidez en el Gobierno nacional, se deterioró este indicador y la confianza en el repago de la deuda externa, observó.
“Si bien actualmente el foco de debate y análisis esta principalmente en el tema político/electoral, considerándose que en agosto son las elecciones nacionales, lo cual marcará literalmente el destino del país, no se debe dejar a un lado la problemática económica vigente en Bolivia”, apunta.
Bolivia cerró el 2024 e inició el 2025 como la 2da. economía con mayor riesgo país de la región. Aunque este indicador se concentra principalmente en la deuda pública externa emitida por Bolivia y las condiciones, garantías y certezas de que la misma se pague oportunamente, como el caso de los bonos soberanos, no deja a un lado la evaluación de los indicadores macroeconómicos del país, tanto públicos como privados, las calificaciones de riesgo e inversión internacionales, el contexto político, social y el estado de gobernabilidad/gobernanza de la nación, factores claves para la toma de decisiones de préstamo o inversión extranjera, más aún en un país subdesarrollado y con una crisis multidimensional de más de 10 años, indica Romero.
“Si alguien quisiera invertir o prestarnos dinero, actualmente nos exigirían al menos un 25% de tasa de rendimiento o de prima de riesgo, esto en función a su EMBI y las perspectivas económicas que tiene Bolivia, aquejada actualmente por una escasez de carburantes, falta de dólares, inflación elevada, y un serio riesgo a un default y crisis de balanza de pagos a corto plazo”, agregó.