José E. Pradel B.
El litio, conocido como el ‘oro blanco’ del Siglo XXI, ha adquirido un papel central en la transición hacia energías limpias. Bolivia, cuenta con una de las mayores reservas de litio del mundo y el IRD (siglas francesas de Institut de Recherche pour le Développement) ha sido un actor clave en la generación de conocimiento científico sobre este recurso estratégico.
Entre marzo de 1975 a 1976, el investigador François Risacher junto a geólogos bolivianos, en el marco de uno de los tres programas del convenio firmado entre la UMSA y el ORSTOM (hoy IRD), realizaron inicialmente estudios sobre los salares Jayu Khota (Oruro), Empexa, Pastos Grandes, Capina, Cañapa, Hedionda, Chiar Khota, Ramaditas y Cachi Laguna (situados en Potosí). Así mismo, pusieron en evidencia la correlación entre litio, potasio y boro en dichas salmueras. Los aspectos técnicos de dicha investigación comprendieron también la estratigrafía, hidrogeología y litología.
Además de un reporte amplio de laboratorio sobre el litio, dichos estudios señalaron que se presentaban grandes concentraciones superiores a 1.000 partes por millón (ppm) en Pastos Grandes y Capina. Se notaba 712 ppm en Cañapa y 390 ppm en Cachi Laguna. En Empaxa 185 ppm (sales) y 70 ppm en Jayu khota (sales). Asimismo, la laguna central de Pastos Grandes concentraba 3.120 g/1.
Más adelante, en 1978, de manera conjunta el ORSTOM (hoy IRD) junto a la UMSA y GEOBOL perforaron dos pozos en el Salar de Uyuni. Entre 1978 a 1984, Risacher junto a investigadores bolivianos publicaron más de una docena de documentos o papers relacionados a los salares. En 1985, ORSTOM (hoy IRD) obtuvo una perforadora rotativa saca-testigo, con esta máquina fueron perforados 38 pozos en el Salar de Uyuni, el más profundo llegó hasta 121 metros en la zona central del salar y atravesó 12 costras de sales separadas por sedimentos lacustres que permitieron obtener descripciones más precisas del citado salar.
En el informe titulado ‘Estudio Económico del Salar de Uyuni’ (1989), Risacher concluyó: “El salar de Uyuni contiene reservas enormes, casi inagotables, de litio, potasio, magnesio y boro. Es la primera reserva del mundo en litio (B.9 millones de toneladas solamente en la costra superficial)”.
En conclusión, los estudios realizados por investigadores del IRD junto a instituciones asociadas en Bolivia no solo marcaron un hito en el estudio de los salares andinos, sino que también proporcionaron una base científica esencial para valorar el potencial económico y estratégico del litio. Los hallazgos sobre la composición, las concentraciones y la estructura geológica del Salar de Uyuni posicionaron al país como una potencia mundial en cuanto a este recurso, clave para la transición energética global.