Ascencio Flores Choquehuanca
Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento, palabras registradas en las escrituras hebreas antiguas. En realidad, lo que hacemos en vida es los que contará para que se nos recuerde tras nuestra muerte o simplemente quedar en el olvido.
Cuántas personas merecen que su nombre sea registrado en algún libro o alguna placa y cuántas más merecen ser borradas de la memoria histórica de la sociedad. Aunque muchos lectores me lo debatan, este privilegio es inherente a la Historia.
¿Qué lugar ha ganado en la historia Andrés de Santa Cruz para que sea homenajeado? Durante su vida destacan muchos hechos y momentos que merecen ser recordados. Algunos de ellos: participó en la guerra de independencia peruana y altoperuana (1812-1824), al principio fue parte de las fuerzas españolas, cambió de bando y se unió a las fuerzas patriotas de Simón Bolívar. Su participación en la Batalla de Zepita (1823), le permitió obtener el grado de Mariscal. Y por su destacada participación en la Batalla de Junín (1824), en Perú, obtuvo el grado de Gran Mariscal del Perú. Fue presidente de dos naciones, la República del Perú (1827) y la República de Bolivia (1829-1839.
Gobernó nuestro país por cerca de 10 años, durante los cuales organizó de manera eficiente al Estado y a su gobierno, estableció un conjunto de normas legales que ordenaron y organizaron a la sociedad boliviana, tareas pendientes desde la presidencia de Bolívar y Sucre. Durante su presidencia, Bolivia fue una potencia sudamericana, bien ordenada en el interior, con una economía estable que le permitió emprender su máximo sueño, unir a Perú y Bolivia en un solo país. Por un tiempo su sueño fue realidad, entre 1836 y 1839 existió la Confederación Perú Boliviana, de la que el mismo Santa Cruz fue su supremo protector.
La verdad de la vida es que cuando te va bien, aparecen tus enemigos. Y eso es lo que le sucedió a nuestro personaje, Chile lo enfrentó con sus ejércitos en dos oportunidades, en Paucarpata (1837) y Yungay en (1839). En la primera batalla salió vencedor Santa Cruz y su máximo error tal vez fue no continuar su campaña hacia territorio chileno, en busca de negociar una paz favorable. No ocurrió así. Chile salió ganador en Yungay y con eso termina la Confederación. Ese mismo año, su vicepresidente le dio un golpe de Estado. Muchos de sus detractores lo tachan de “peruanofilo” y critican ásperamente su idea de unir Perú y Bolivia. Convengamos que, si una persona no hubiese hecho méritos en vida, tras su muerte, su nombre quedaría en el olvido. Y si dos países hermanos le rinden homenaje, es que su vida y obra tiene un lugar en la historia de ambas naciones
Por ello, en el municipio de Huarina, Cuarta Sección de la Provincia Omasuyos fueron organizados desfiles cívico, militar y estudiantil, recordando los 232 años del nacimiento de este “ilustre” personaje, que ocurrió un 30 de noviembre de 1792 en Huarina, precisamente, dato corroborado por la Academia Militar de Historia de Bolivia. Y el Gobierno Autónomo Municipal de Huarina rinde homenaje a esta fecha importante, con la presencia de autoridades del Gobierno Nacional, embajadores de Bolivia en Perú y de Perú en Bolivia, ministros de Defensa de los dos países hermanos, el Alto Mando Militar de las tres fuerzas, y el Alto Mando Militar de Perú, Gobierno Departamental, GAM Huarina, autoridades sindicales, vecinales, educativas y habitantes de la Provincia, en la plaza de Armas que lleva su nombre. Honor a nuestros héroes.
El autor es natural de Huarina y profesor del área de Psicología.
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