David Foronda H.
Siempre el ser humano ha pretendido conocer el futuro, mediante adivinos, brujos, yatiris u otros. Estando próximo un nuevo año, bastante gente quiere saber en el mundo cómo le irá en el 2025. Por supuesto, también hay gente conocedora de esta temática que, a fines de cada gestión, recurre a Nostradamus, gran vidente francés, (nacido el 12 de diciembre de 1503, fallecido el 2 de julio de1566) para adentrarse en los misterios del futuro. Dicen que sus anuncios se están cumpliendo en el mundo, aunque algunos no lo creen así.
A propósito, Pamela Avendaño Parra, en una nota internacional titulada “Estas son las profecías de Nostradamus para 2025: Gran convulsión de la riqueza”, dice que estudiosos del gran visionario señalan que en sus cuartetas predijo las graves crisis económicas que asolarán a países de Latinoamérica y desencadenarán graves disturbios sociales. Y recuerda que este zahorí acertó en varias oportunidades sobre hechos mundiales. Tales predicciones se hallan en un libro titulado Les Prophéties (Las Profecías), publicado en 1555, obra compuesta por 353 cuartetas –otros dicen 942– y distintos poemas de cuatro versos, escritos con enigmáticas descripciones que pretendían anunciar diferentes sucesos del futuro. Ahora, sus creyentes han revelado sus profecías para 2025, en las que anuncia conflictos sociales, y déficit en la economía.
Para 2025, habló de Tercera Guerra Mundial: muchos interpretan sus profecías como una advertencia ante una posible nueva guerra que involucre a las potencias del mundo, que podría tener consecuencias devastadoras. Crisis económica global: predijo un colapso económico que desencadenaría disturbios sociales a nivel mundial. Por lo interpretado, esto podría afectar a países de América Latina, así como de Europa, y generar un fuerte impacto en la economía del planeta. Cambio climático extremo: augura olas de calor sin precedentes, especialmente en Europa, como parte de un patrón de cambio climático que afectaría gravemente al medio ambiente y a la sociedad. Hambrunas y tensión social: escasez de alimentos, con crecientes tensiones sociales, que podría desestabilizar aún más a regiones vulnerables, acentuando desigualdades e inseguridad en varios países “desastres naturales” y desplazamiento de poblaciones: la profecía también menciona desastres naturales que obligarían a millones de personas a abandonar sus hogares, causando crisis humanitarias, luchas por recursos.
La “gran convulsión de la riqueza”: habló de una posible redistribución de la riqueza global, que se manifestaría al surgir nuevas monedas digitales basadas en blockchain, o en un cambio radical en cómo se distribuye la riqueza en el mundo. Predijo que la tecnología podría empezar a controlar aspectos fundamentales de nuestra vida, modificar la forma de vivir, trabajar y relacionarnos. Innovaciones médicas: se espera grandes avances médicos, terapias genéticas para enfermedades hasta hoy incurables, avances en medicina regenerativa para prolongar la vida. Renacimiento espiritual: pese a catastróficas predicciones, luego de la oscuridad llega un periodo de luz, renacimiento espiritual que se extenderá bajo la premisa de lograr la paz interior. ¿Será así el 2025 que viene?
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