Jorge Espinoza Morales
Es el título del último libro (2023), del conocido y afamado escritor argentino Andrés Oppenheimer, que intento sintetizar. Trata de “Las nuevas estrategias de los países, las empresas y las personas en busca de la felicidad”. La Cumbre de la Felicidad se llevó a cabo en Miami el 18 de marzo de 2022, el Día Mundial de la Felicidad de las Naciones Unidas. A ella asistieron expositores como Martin Seligman, uno de los fundadores de la psicología positiva y Tal Ben-Shahar, el profesor de educación positiva que había dictado uno de los cursos más populares de la Universidad de Harvard. Todos ellos sostenían que la felicidad ha dejado de ser un concepto vago cultivado por filósofos, sacerdotes y poetas, y se ha convertido en una ciencia.
Los estudios de Seligman demostraron la importancia de ser optimista para vivir más y mejor, y así nació la psicología positiva. Los cursos de felicidad, empoderamiento personal o satisfacción de vida se han convertido en los más concurridos de las universidades de Yale, Harvard y Columbia. En la Universidad de Harvard, uno de los cursos a los que más estudiantes quieren entrar es “Liderazgo y felicidad”. Según el periódico, uno de los mensajes principales del curso es que la felicidad no es producto del azar, ni de genes ni de las circunstancias, sino el resultado de una conjunción de cuatro factores: la familia, los amigos, un trabajo con sentido y un credo o filosofía de vida.
La Universidad de Berkeley da un certificado profesional en “La ciencia de felicidad en el trabajo”. La Universidad Internacional de La Florida otorga en certificado de “Director de Felicidad”, a raíz de la creciente cantidad de grandes empresas que ya han creado ese cargo para tratar de aumentar el bienestar de sus empleados. Ya empezaron las “Maestrías en felicidad” y se vienen los doctorados.
Bután, un remoto reino budista enclavado entre China e India, fue el primer país en adoptar oficialmente el índice de la felicidad nacional bruta (FNB). En 1972 el rey de Bután declaró que la felicidad nacional era más importante que el producto interno bruto. Su concepto fue incluido formalmente como una meta nacional en la Constitución de Bután en 2008. Las propuestas para aumentar la felicidad de la gente se dispararon después de que en 2011 la Asamblea General de la Naciones Unidas, aprobó una resolución llamada “La felicidad: hacia una definición holística del desarrollo”, que instaba a los países a medir la felicidad y a usar esos datos para guiar sus políticas públicas.
El primer ministro británico David Cameron fue uno de los primeros en medir la felicidad, por medio del censo nacional. En 2018, años después de empezar a medir la felicidad, el Reino Unido creó el Ministerio de la Soledad, destinado específicamente a usar los nuevos datos del censo para medir la soledad y aumentar la felicidad de la gente. Estados Unidos se sumó a los países que anunciaron políticas públicas para combatir la soledad y aumentar la felicidad en 2023. Paulatinamente se fueron sumando muchos países al bloque llamado “Gobiernos para el bienestar”.
En el ranking de la felicidad de 2023, al igual que en años anteriores, las naciones escandinavas aparecieron en los primeros lugares de la lista de 137 países. Finlandia ocupó el primer lugar seguida de Dinamarca e Islandia. Los siguientes siete puestos fueron para Israel, Países Bajos, Suecia, Noruega, Suiza, Luxemburgo y Nueva Zelanda. Más abajo estaban Estados Unidos (15), Francia (21) y España (32). Ningún país de Latino América está entre los primeros. Costa Rica (23), Uruguay (28), Chile (35), México (36), Brasil (49), El Salvador (50), Argentina (52), Bolivia (69), Colombia (72), Perú (75) y Venezuela (88).
Algunas evidencias sobre los diferentes estudios sobre la felicidad son:
– Las escuelas más felices tienen mayor rendimiento académico.
– Lo más importante no lo aprendes en la universidad, sino en el jardín de infantes.
– El 90% de los padres dicen que las clases de felicidad están ayudando a sus hijos.
– Los niños felices aprenden más.
– La educación del futuro será académica y emocional.
– Lo más importante es que tu jefe no te haga tu vida a cuadritos.
– “Hoy en día les tenemos más miedo a nuestros empleados que a nuestros gobiernos”.
– Seligman: hay que compensar a los jefes por la felicidad de sus empleados.
– La felicidad de las empresas ya no es un lujo, sino una necesidad.
– Los países más felices tienen un buen colchón económico.
– Los trabajadores felices son 13% más productivos.
– Los optimistas viven entre 6 y 10 años más que los pesimistas.
– El éxito no conduce a la felicidad, sino la felicidad conduce al éxito.
En muchos gobiernos hay ministerios relativos a la felicidad y en muchas empresas, departamentos o secciones con el mismo fin. En muchas escuelas se enseña la felicidad y el optimismo.
Oppenheimer indica que la educación en América Latina es catastrófica. Según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual de las Naciones Unidas (OMPI), en patentes mundiales China, Japón y Corea del Sur representan el 66,6%, América del Norte 19,3%, Europa 10,9% y América Latina solo el 1,6%. Esto es importante porque en una economía global basada en el conocimiento, esta es una receta para el atraso. Dice que el mejor estudiante de América Latina es el peor estudiante de Singapur.
Respecto a países que captan capitales y otros que los espantan dice; “Los países emergentes más exitosos desde los comunistas como China y Vietnam hasta los ultracapitalistas como Corea del Sur, Taiwán y Singapur han crecido y reducido la pobreza en las últimas cuatro décadas atrayendo compañías extranjeras para exportar bienes y servicios a los mercados más grandes del mundo. En cambio, en América Latina muchos de nuestros presidentes espantan las inversiones”. Hace notar también que otro factor que ahuyenta las inversiones es la corrupción, cuyo ranking en orden descendiente señala a Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda como los países más honestos. Más abajo están Estados Unidos (24), Chile (27), Argentina y Brasil (94), Perú (101), México y Bolivia (126), Guatemala (150), Honduras (157) y Venezuela (177).