Ronald Nostas Ardaya
Estamos al borde de concluir uno de los a帽os m谩s complejos del siglo, no solo por la crisis que se ha mostrado con mayor crudeza, sino por el inminente colapso del modelo estatista, que podr铆a arrastrar al pa铆s hacia una etapa de recesi贸n, estancamiento y pobreza sin precedentes en varias d茅cadas.
2024 fue el a帽o en que la crisis econ贸mica se volvi贸 palpable y destructiva en los hogares, los bolsillos y las cuentas familiares. Fue el fin de la estabilidad en los precios de los carburantes y del tipo de cambio, marcando el retorno del mercado paralelo, la especulaci贸n descontrolada y el contrabando inverso. Fue el a帽o en que reaparecieron las colas para adquirir alimentos, se instauraron cupos de racionamiento y la moneda boliviana perdi贸, tanto su valor como la confianza ciudadana.
Al concluir la gesti贸n, el d贸lar paralelo es un 60% m谩s caro que el oficial; la inflaci贸n real supera el 50%, afectando especialmente los alimentos; la gasolina tiene precios diferenciados y, en 谩reas rurales, llega a costar hasta 20 Bs por litro.
En 2024, por primera vez el gobierno del MAS admiti贸 la crisis, y lo hizo ante la evidencia aplastante de indicadores que continuaron en ca铆da. Hace 10 a帽os mantenemos d茅ficits fiscales superiores al 10%; el Banco Mundial ha estimado en 1,4% el crecimiento del PIB boliviano, el peor resultado desde 1999. Las Reservas Internacionales Netas alcanzan los $us 1.970 millones, el nivel m谩s bajo desde 2005. El Banco Central de Bolivia dispone de apenas $us 121 millones en divisas. La deuda externa se sit煤a en $us 13.333 millones y su servicio demanda el pago anual de $us 1.500 millones. El pa铆s ha perdido el contrato de venta de gas con Argentina, y en poco tiempo no podr谩 sostener los $us 2.000 millones que requiere la subvenci贸n de carburantes.
2024 fue uno de los peores a帽os para el sector privado. La disminuci贸n del comercio exterior, el control de divisas, la irregular provisi贸n de combustibles, la precarizaci贸n de la industria, la ca铆da de la demanda, la abultada deuda p煤blica a las empresas, los bloqueos, el aumento del contrabando, entre otros, han desestabilizado a las empresas formales y ponen en peligro la seguridad alimentaria, la provisi贸n suficiente de bienes y servicios, la inversi贸n y el empleo.
En 2024 se profundiz贸 la crisis ambiental. Los peores incendios de nuestra historia devastaron m谩s de 10 millones de hect谩reas, destruyendo ecosistemas completos, afectando la producci贸n y evidenciando la vulnerabilidad de nuestra flora y fauna. La contaminaci贸n por mercurio en el norte amaz贸nico, la creciente erosi贸n en zonas agr铆colas y el cambio clim谩tico conforman un panorama desolador para el medio ambiente y la producci贸n agropecuaria.
En 2024, Bolivia mantuvo su mala imagen internacional. Las calificadoras mundiales de cr茅dito elevaron el 铆ndice de riesgo pa铆s, y en Latinoam茅rica solo Venezuela es menos confiable que Bolivia. Ning煤n organismo internacional de cr茅dito y ning煤n pa铆s nos ha otorgado su apoyo, incluyendo Rusia y China. La adhesi贸n plena al Mercosur y al bloque BRICS, y los acuerdos con Brasil no han generado resultados concretos, ni es probable que lo hagan en el corto plazo.
2024 tambi茅n trajo algunos avances hacia una econom铆a m谩s diversificada. Entre los logros m谩s destacados est谩n el desarrollo del proyecto del Mut煤n, la firma de contratos para la explotaci贸n del litio y el mantenimiento de la estabilidad del sistema financiero. Adem谩s, se avanz贸 en la liberaci贸n de eventos biogen茅ticos tras 20 a帽os de espera, la flexibilizaci贸n de exportaciones, la apuesta por biocombustibles y veh铆culos el茅ctricos, y la aprobaci贸n de las criptomonedas. Aunque positivos, estos cambios son tard铆os e insuficientes para revertir la crisis estructural.
El balance del a帽o que se acaba es negativo y altamente preocupante, y sus consecuencias se ver谩n con mayor rigor en 2025. M谩s all谩 de los responsables y de la falta de respuestas pol铆ticas eficientes, nuestro pa铆s avanza hacia una situaci贸n de extrema gravedad que apenas estamos vislumbrando en toda su magnitud.
2024 nos mostr贸 que la dimensi贸n alcanzada por la crisis hace que ninguna medida aislada y ning煤n paquete econ贸mico puede ya solucionarla, pero sobre todo que, bajo el modelo actual, el desastre ser谩 inevitable.
El autor es Industrial y ex Presidente de la Confederaci贸n de Empresarios Privados de Bolivia.