Rolando Kempff Bacigalupo
Cuando hablamos de hidrógeno verde, nos referimos a un hidrógeno que ha sido obtenido sin generar emisiones contaminantes, un hidrógeno sostenible. Un combustible que ya se postula como el vector energético clave para alcanzar la descarbonización del planeta y cumplir con los compromisos marcados para 2050 en la lucha contra el cambio climático.
La carrera mundial por el combustible limpio ya empezó. Esto supone nuevas realidades e interdependencias geopolíticas. Mediante el REPowerEU, la Unión Europea se propone ahorrar energía, producir energía limpia y diversificar su abastecimiento. El hidrógeno verde ya es utilizado a escala internacional. Existen vehículos, inclusive aviones, que funcionan con esta alternativa de combustible.
Como se explica en el portal https://www.bbva.com/es, el hidrógeno verde se produce mediante la electrólisis del agua (la ruptura de su molécula) utilizando energía renovable. Éste se presenta como una de las soluciones para descarbonizar importantes sectores de la economía.
El hidrógeno verde es uno de los elementos químicos más simples y como combustible libera energía sin emitir gases contaminantes. El principal desafío para que cumpla su misión es que todo su ciclo de vida necesita ser limpio.
Como señala Pedro Prieto, miembro del panel de la Asociación para el Estudio del Petróleo y el Gas (ASPO por sus siglas en inglés), el principal problema hoy es que, aun asumiendo un proceso eficiente de producción y distribución con pérdidas mínimas de energía, el débito energético inicial del ciclo del hidrógeno supera su crédito energético. Es decir, es necesario gastar más energía en todo el proceso de la que se va a obtener una vez utilizado el hidrógeno.
A mediados del mes pasado, el Gobierno hizo conocer la Hoja de Ruta y la Estrategia Nacional del Hidrógeno Verde, documentos orientados a la paulatina transición energética, que señalan los pasos iniciales que está dando el país para la producción y uso de este energético, en reemplazo de los combustibles fósiles que están deteriorando aceleradamente el ecosistema del planeta.
La Hoja de Ruta y la Estrategia, como una alternativa energética, fueron presentadas en el Taller Virtual “Tecnologías de Hidrógeno Verde para la Descarbonización”, en la ciudad de Oruro.
Álvaro Arnez, viceministro de Energías Alternativas, señaló que “con la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo, se están haciendo estudios piloto, a fondo perdido, para implementar y que todos los bolivianos conozcan este combustible”.
Casi simultáneamente, el Gobierno envió a la Asamblea Legislativa Plurinacional el proyecto para el desarrollo de hidrógeno verde en el país, para su tratamiento y aprobación, mientras avanza en estudios piloto.
En mayo de este año se informaba que por la crisis del gas en Europa y la invasión rusa a Ucrania, los países europeos consideran de máxima urgencia impulsar el mercado del hidrógeno. Pero, los ambiciosos objetivos del hidrógeno verde representan un enorme desafío para la Unión Europea y su incipiente economía del hidrógeno.
Si bien es posible prescindir, en términos generales, del suministro de materias primas provenientes de Rusia, no hay forma de que la UE logre sus objetivos sin China. Aparte de la relajación en las regulaciones y la gestión activa del suministro de materias primas, Europa también debería replantearse su sesgada preferencia por el hidrógeno verde.
En esta región del mundo, Chile tomó la delantera. En 2021 puso en marcha H2Magallanes, un proyecto pionero en la región. Esto fue seguido por 62 iniciativas similares en otros 13 países. En muchos casos se trata de inversiones extranjeras. Recientemente, Argentina aprovechó el boom del hidrógeno verde para organizar un foro en San Carlos de Bariloche, donde su gobierno anunció que enviaría un proyecto de ley de hidrógeno verde al Congreso y su aprobación permitirá otorgar seguridad jurídica a los inversionistas.
Como señala de manera clara Juan Pablo Calderón Claure, Ing. de Producción, con 25 años de experiencia en el rubro de la Energía en Bolivia, y otros países en el área de gas natural, “es necesario entender algo antes. Si pensamos que el desarrollo del hidrógeno verde debe ser apuntado únicamente para el mercado local y cuantificar requerimientos en esa relación, entonces no será rentable ni viable. Dadas sus altas inversiones, requiere de grandes mercados bien pagados para poder recién pensar en el mercado local, ya que, en nuestro caso, somos un país pobre y en un mercado distorsionado por subvenciones”.
La matriz energética en las industrias y otros sectores nacionales está sobre la base del gas, por lo que debemos sustituir la misma. Las opciones con las que contamos son las energías generadas por plantas hidroeléctricas, que tienen gran relevancia en La Paz con proyectos como el Chepete – Bala, Miguillas y otros pequeños, así como la energía eólica, solar y el hidrógeno.
El autor es Economista, Académico de Número de la ABCE y Presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP).