La percepción de los economistas sobre el discurso del presidente del Estado, Luis Arce Catacora, en referencia a la economía nacional, es negativa puesto que repitió lo mismo de los últimos meses, ya que la inflación baja que registra el país se debe a un costo alto, es decir, no es sostenible por la falta de recursos, además la caída del desempleo obedece al incremento de la informalidad, por ello plantean crecimiento de calidad con mayor formalidad, y una mayor participación privada.
El economista y docente de la Universidad Católica Boliviana, Gonzalo Chávez, en su red social de twitter, dijo que el informe de dos años y medio del presidente Luis Arce, fue más de lo mismo.
La inflación baja que resaltan las autoridades, así como el Presidente, tiene un costo alto, y la palta ya empezó a escasear para continuar con las subvenciones, en especial a los hidrocarburos y alimentos.
Lo que significa que estamos ante un escenario de reprimida, pero el economista señala que se puede alcanzar esta meta a través de la diversificación y aumento de la producción, así como el uso de la tecnología para mejorar la productividad.
El crecimiento registrado en 2022 alcanzó el 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB), muestra la desaceleración de la economía, perdió la fuente de financiamiento, que era la venta de gas a mercados de Brasil y Argentina, cuyo resultado es menor ingreso de dólares, aproximadamente 3.200 millones.
El pasado martes, en el twitter de Bolivia Unida, el economista y ex director del Banco Central de Bolivia (BCB), dijo que las declaraciones de las autoridades de económicas sobre la situación del país, es un cuento de fábula, pues nada se asemeja con la realidad.
Por ejemplo, el dato que dio el Presidente respecto a la caída de pobreza no se asemeja a la realidad, señaló Espinoza y explicó que la medición viene de un conjunto de productos, de 50, para determinar el grado en el que se encuentra las persona, y resulta que algunos de la muestra ya pasaron de moda o no se compra.
Por lo tanto, la caída de la pobreza es más estadística que real, y con respecto a la caída del empleo, apuntó que la informalidad absorbió a los desocupados, e ingresaron en una economía de supervivencia.
Propuesta
Chávez plantea un modelo alternativo público-privado, en base a misiones de desarrollo, producción diversificada con base local, con inclusión social y política, lucha contra el cambio climático y revolución tecnológica.
Afirmó que si es posible un crecimiento de mayor calidad en base al capital humano e innovación tecnológica; y apuntó que no sólo importa la tasa de crecimiento, sino ampliar la productividad y empoderar a empresas y personas, para que sean menos dependientes del Estado.
Ante una crisis de la economía por el despilfarro de los recursos del gas, de alrededor de 55 mil millones de dólares, el gobierno debería modificar las políticas, pues ya no hay muchos recursos por la venta del energético.
Una de las muestras que describen la crisis del país, es que los decretos que fijan cupos son porque «no hay recursos para comprar combustible», reporta la cadena de televisión Unitel en sus redes sociales, pero a pesar de ello la importación va en aumento, pero la escasez de dólares es una realidad.
Entretanto, Jaime Dunn en su @JaimeDunn_ en entrevista con María René Duchen en el programa De Primera Mano, indicó que el “Presidente asume compromisos y desalinea expectativas de la gente ante la realidad económica delicada”.
“Todo está bien… pero los precios suben y no hay dólares”. “Faltan dólares pero también faltan bolivianos”, escribe en su twitter.
Industrias
Por otra parte, con respecto a las industrias que promueve el Gobierno, Chávez dice que son ficciones, ya que las propuestas del Ejecutivo se basan en recursos naturales, como en la primera revolución industrial, mientras el mundo ya está en la quinta revolución con inteligencia artificial.
El país tiene un atraso de 200 años, lamentó y sostuvo que se puede avanzar en otra manera de industrialización en sectores del turismo, gastronomía y la economía naranja.
Asimismo, Saravia dijo en el programa «Que No Me Pierda», el martes pasado, que Bolivia se quedó sin plata y lleva ya 10 años de déficit fiscal a un ritmo en promedio de 8% y se gasta 19 millones de dólares sólo en sueldos y salarios.
Ahora, con la Ley del Oro se pretende vender el metal y obtener alrededor de 1.500 millones de dólares, que sólo alcanzarán para unos meses de importación.
El Gobierno no tiene un plan B y la gallina de los huevos de oro se murió, y ahora toca vender las joyas de la «abuela», el oro, endeudarse con organismos multilaterales y bilaterales, como China.
Criticó la creación de 72 empresas públicas todas ineficientes, el 85% deficitarias. El país está en crisis.