El sector de la construcción ha experimentado un avance moderado durante los primeros meses de 2023, especialmente impulsado por obras de ingeniería civil y trabajos especializados. Sin embargo, enfrenta desafíos persistentes como la baja inversión pública, la inflación, la escasez de divisas y diésel.
En 2022, el PIB de la construcción creció 3,83%, indicador más alto que el promedio de la economía nacional, pero todavía insuficiente para recuperar las tasas pre pandemia, según la evaluación del sector constructor en Bolivia gestión 2023 y perspectivas para el 2024.
Según los datos oficiales publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) hasta el segundo trimestre de la gestión 2023, el sector constructor registró un crecimiento de 3,24%, respecto a similar período de 2022, indicador también inferior a gestiones anteriores.
Con estos datos oficiales que abarcan hasta el primer semestre del año, si el Gobierno central logrará acelerar la ejecución presupuestaria de la inversión pública en lo que queda de diciembre, además de revertir los problemas de divisas y diésel, y otras variables económicas que actualmente están con balance negativo, la construcción en Bolivia podría crecer alrededor del 3%, es decir que se mantiene la tendencia a la baja.
Sin embargo, por la compleja situación económica del país, nuestro Centro de Estudios Económicos y Desarrollo presenta un panorama menos alentador, con un PIB nacional de la construcción que este año bordeará el 1,02%, por los factores señalados y la cada vez menor confianza empresarial, que anticipan una continua debilidad del gasto de inversión, señala Arze.
2024
El escenario base para el 2024 es que el PIB de la construcción llegue al 2,14%, aunque de mantenerse esta dinámica, la recuperación del sector constructor podría ser menor a lo previsto, estima.
Este panorama está sujeto a modificaciones, dada la falta de información oficial actualizada en nuestro país, sin embargo, las perspectivas del sector constructor a nivel mundial apuntan a crecimientos entre débiles y moderados, apuntó.
Inversión pública
Si bien la inversión pública se incrementó notablemente durante el período de bonanza, en los últimos años cayó notablemente. Entre 2016 y 2022, la inversión, efectivamente ejecutada, se redujo a casi la mitad.
Para este 2023, el presupuesto de inversión pública está en 4.006 millones de dólares, monto 20% menor a lo programado en el presupuesto 2022, cuando se programó 5.015 millones, mientras para el próximo año sube levemente a más de 4.274 millones.
Al igual que el monto, la ejecución de la inversión pública es vital. El 2022 llegó al 52,52%, la más baja después de 2020, cuando se destinó un presupuesto de 5.215 millones de dólares y se ejecutó el 34,21%. Mientras que, en 2021 se ejecutó el 65.97% de los 4.011 millones de dólares presupuestados.
De acuerdo a la información publicada en el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, la ejecución de la inversión pública al 31 de agosto del presente año, llega al 27,99% (1.121 millones de dólares).
La obra pública tiene un rol fundamental para la industria de la construcción, por lo que se espera que suba la ejecución de obras y proyectos públicos para alcanzar una reactivación y crecimiento genuinos.