De acuerdo a una nota de 2019 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Bolivia, el 80% de las personas trabaja en la informalidad. El 87% de estas personas son mujeres y, de este porcentaje, 4 de cada 10 desempeñan sus actividades por cuenta propia.
En 2018, Bolivia tenía un porcentaje de 62% de informalidad, de acuerdo a un dato del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, a la fecha las estimaciones de empresarios y economistas apuntan a un porcentaje mayor, de 80%, que conlleva trabajos de supervivencia y sin protección de seguro social de largo plazo, es decir en pésimas condiciones.
El Gobierno difunde el dato que la desocupación alcanza a 3%, pero los economistas indican que la cifra encierra una serie de problemas, pues no señalan la precariedad de las personas que trabajan en el mercado laboral informal.
Informe
Bolivia se ubica como el primer país con mayor aumento del número de ocupados en el primer semestre de 2023, destaca el informe Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2023 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), publicado por ABI.
“En países como la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), Colombia y Jamaica, los niveles de participación del primer semestre de 2023 se ubicaron más de 2 puntos porcentuales por encima de los informados en el mismo período de 2019. Como ya se indicó, estos países se encuentran entre los que registraron un mayor aumento del número de ocupados en el primer semestre de 2023”, se lee en el reciente informe.
El estudio señala que la tasa promedio de participación laboral -la relación entre fuerza de trabajo y población en edad de trabajar, expresada como porcentaje-, de Bolivia fue de 106,0% al primer semestre de 2023, por delante de Jamaica (104,6%), Argentina (102,5%), Colombia (102,0%), Uruguay (101,5%) y México (100,7%).
Los indicadores muestran una mejora respecto a los indicadores obtenidos antes de la pandemia del Covid-19.
En cambio, naciones como Costa Rica, Nicaragua y Trinidad y Tobago, entre otras, no lograron recuperar las tasas de participación que presentaban en el primer semestre de 2019.
Sobre la tasa de desocupación, el presidente Luis Arce señaló el pasado jueves que Bolivia bajó del 11% que registraba en 2020 a 3,6% a este 2023.
“Vamos a seguir reduciendo los niveles de desempleo y eso estamos empeñados como Gobierno nacional”, aseguró.
Al respecto, el portavoz presidencial Jorge Richter destacó que la tasa de desocupación de Bolivia es “la más baja de toda la región”.
Además de ello, Bolivia, a diferencia de otras naciones de la región, tiene una inflación controlada con un índice acumulado del 1,48% a noviembre de este año, mientras que el Producto Interno Bruto (PIB) llegó al 2,2% a octubre.
A principios de año, organismos internacionales, como el Banco Mundial, decían que el país tendría un crecimiento del 2,7%, lo bajaron a 1,4% y a 1,3%.
El indicador supera el -8,7% registrado en 2020. Ese escenario fue revertido en 2021 con un PIB del 6,1%, mientras que en 2022 se logró una expansión de 3,5%.