De acuerdo con el análisis del contexto económico y sociopolítico de Bolivia en el año 2023, y esbozando las perspectivas y escenarios que trae consigo el 2024, los expertos analistas Jaime Dunn, Martín Rapp y Henry Oporto, concluyeron que el 2024 es el año de la empresa privada y expusieron las perspectivas y desafíos que le depara la nueva gestión a 350 empresarios.

Entre el 6 y 8 de diciembre, los citados analistas realizaron una gira por las tres ciudades del eje troncal de Bolivia en el marco de las Perspectivas Económicas y Desafíos Empresariales, presentando ante 350 empresarios el análisis del contexto económico y sociopolítico de Bolivia en el año 2023, esbozando las perspectivas y escenarios que trae consigo el 2024.

“En los tres eventos especializados organizadas por BRAQ CorpAffairs & Communications, empresa de asuntos corporativos y comunicación estratégica, en las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, los expertos concluyeron que el año 2024 es el año de la empresa privada y expusieron las perspectivas y desafíos que le depara la nueva gestión”, se lee en una nota institucional.

“No es poca cosa lo que ocurrió este 2023 y parece que es sólo el preámbulo de lo que pasará en 2024. Pero para tener los elementos que permitan a los empresarios y emprendedores navegar con certidumbre en 2024 organizamos esta serie de tres eventos en tres ciudades que, espero, sean de una gran utilidad”, señaló el socio fundador de BRAQ, Ibo Blazicevic.

EL ENTORNO

El analista financiero Jaime Dunn explicó que según la coyuntura económica en la que se desenvuelve actualmente Bolivia, hace que sea considerado como uno de los países más riesgoso de Latinoamérica, situación que aleja la inversión exterior, entre otros aspectos.

“Al 1 de diciembre 2023, Bolivia está como el país más riesgoso de Latinoamérica, por encima de Argentina y Ecuador, lo que genera un colapso en el precio de los bonos. Se espanta la inversión extranjera directa, el crédito externo no llega, la balanza comercial es negativa, el gasto es tan grande que chupa todas las reservas internacionales, y hace que el tipo de cambio se dispare; faltan dólares, escasean bolivianos”, sostuvo Dunn al describir las actuales condiciones económicas en Bolivia.

En ese contexto, planteó al menos cuatro tareas urgentes para 2024. En el corto plazo liberar las exportaciones y la biotecnología para atraer dólares y “decretar” la libre importación de combustibles. En el mediano y largo plazo: ajustar el gasto y el modelo económico, apostando por lo privado.

“Es el momento del sector privado, de las empresas, de los emprendimientos privados”, añadió el analista.

CAMBIOS POLÍTICOS

El director ejecutivo de la Fundación Milenio, Henry Oporto, encargado del análisis político y sus escenarios para el 2022, planteó que Bolivia se acerca a la posibilidad de cambios en la política, que crearán un contexto más favorable para la marcha de la economía y el desempeño del sector empresarial.

“Desde 2020 estamos asistiendo al final de un ciclo político y a la reconfiguración del mapa político nacional, para pasar de un sistema político con predominio de un partido a un sistema político más pluralista y potencialmente más democrático, lo que puede favorecer en la introducción de cambios que la economía boliviana requiere, y que hoy están detenidos por las condiciones políticos”, manifestó.

Sin embargo, alertó que la transición de un modelo político puede venir acompañada de una fragmentación del voto, lo que incidiría en la dificultad para conformar mayorías políticas y parlamentarias, complicando la formación del nuevo Gobierno y la nueva gestión parlamentaria, con consecuencias para la economía.

“El desafío para el sector privado, para las empresas, se resume en dos palabras: resiliencia y ambición. Resiliencia para afrontar y desenvolverse en un entorno de alta complejidad económica y política para administrar los riesgos; ambición para convertirse (las empresas) en un actor socioeconómico fundamental de los cambios y reformas para generar un mejor entorno de negocios y favorecer a las inversiones”, indicó Oporto.

LAS EMPRESAS

El agrónomo y director Master Mines, asesor de directorios empresariales, Martín Rapp, citando encuestas recientes realizadas a la población, planteó que el “péndulo se mueve de nuevo hacia una hegemonía cultural a favor de lo que es la iniciativa privada, lo que representa una condicionante para los próximos procesos políticos”.

En ese contexto indicó que, en 2024, las empresas privadas se moverán en un contexto en el que tiene que replantear su certeza en cuanto al tiempo que operarán. “No serán los 12 meses”, remarcó.

Añadió que deben esperar mayor competencia, que estarán ante una oscilación de precios y ante un incremento del crédito no regulado y la fiscalización. “No esperen muchos dividendos, sino en un flujo de caja holgado”, señaló.

Recomendó mantener la atención en las divisas y los carburantes, que en 2024 “seguirán escaseando”.

“Se debe cuidar el financiamiento bancario”, indicó al señalar que otro factor al que deben prestarle atención los empresarios son las condiciones climáticas, que en Bolivia se expresarán en sequías.

De la misma forma, Martín Rapp sugirió considerar que internamente, el 2024, es un año político, por las elecciones judiciales y las primarias en los partidos políticos con miras a los comicios 2025. Externamente, -señaló- en los países de la región se registra un “crecimiento ajustado” y se debe tomar en cuenta el “factor Argentina”.