Los primeros tres meses de la presente gestión, la economía nacional enfrentó una serie de problemas, acompañada de malas decisiones del Gobierno; la falta de dólares, la caída de las reservas y la baja calificación de riesgo país, acechan a la estabilidad aunque el Gobierno, por un lado, asegura solidez, por el otro, los economistas estiman que las autoridades decidirán un aterrizaje forzoso o suave, ante la actual coyuntura.
Ya el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, dijo que la economía nacional deberá estar pendiente de lo que suceda en el mundo.
Varios economistas, como Antonio Saravia, Joshua Bellot, Gabriel Espinoza, así como Fernando Romero, observan que el Gobierno deberá tomar medidas para frenar el deterioro de la economía nacional, ya que el modelo llegó a su fin debido a la reducción de recursos por la venta de gas y sin liquidez.
“Sin dudas, estamos viviendo un “trimestre negro” para la economía boliviana, algo que no se esperaba para este 2023, pero tampoco es una gran sorpresa, es consecuencia del “desgaste” del modelo económico y de la coyuntura mundial, que hizo que desde el 2014 se dé un punto de quiebre en nuestra economía”, señala el presidente del Colegio de Economistas de Tarija.
Asegura que la economía boliviana enfrenta un trimestre negro, debido a la acumulación de fallas en la política económica. “Entre las principales razones un elevado gasto público, un tipo de cambio fijo y un país donde su crecimiento económico fue en “cantidad” pero no en “calidad”, todo esto reflejado actualmente en indicadores e informes internacionales negativos sobre nuestra economía nacional.
Todos sabemos que nuestra economía tiene problemas estructurales que no se solucionaran de la noche a la mañana, sin embargo, hay que tomar medidas “hoy” para que el “mañana” no sea peor, apuntó Romero.
En el dialogo virtual en Bolivia Unida, el economista Antonio Saravia, dijo que las medias de shock deberán serán analizadas por las autoridades.
Recientemente se publicó las exportaciones bolivianas en el mes de enero, y las cifras muestran que no se aleja el déficit comercial desde agosto de 2022, aunque la gestión pasada hayamos cerrado con un dato positivo de 603 millones de dólares, pero por mes la situación es diferente, señalan los internautas.
Con relación a enero de 2022, en donde se registró una balanza comercial positiva, pero en el mismo mes de 2023, los datos muestran una cifra negativa.
De acuerdo al twitter de Mauricio Ríos García, @riosmauricio, “es un error decir que los problemas económicos de Bolivia comienzan con la caída de los precios internacionales del petróleo en 2014. Todavía no hemos caído en cuenta que estamos en un segundo súper ciclo y que los precios no sólo no nos benefician, sino que agravan el problema”.
La caída de la producción de gas y el aumento de las importaciones de combustibles sería el que dispara el déficit fiscal y la balanza comercial, a pesar del empuje del sector agropecuario.
Bonos
El economista y exautoridad del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza Y. escribió en su @g_espinoza, el pasado 10 de marzo, que el “riesgo país de #Bolivia, al 9 de marzo, cierra en 8,44% (lo que se paga encima de un bono seguro). Tenemos una de las peores calificaciones del mundo. Tan solo en los últimos tres días ese indicador ha escalado en casi 1%. El Gobierno sigue sin entender la magnitud de sus errores”.
“Hace apenas 5 días el riesgo país estaba 844 puntos básicos por encima de los bonos de EEUU. Ayer ya habíamos llegado a los 963 puntos básicos y hoy superamos los 1.000 puntos. El desgobierno de Arce nos va a salir carísimo a todos”, señala @g_espinoza.
Deuda
Por otra parte, pensar en “desbolivianizar” la economía, eliminando el ITF o subiendo las tasas de interés pasivo para los depósitos en dólares tal vez no sea una buena idea ahora, ya que nuestra economía no está para más experimentos, sostiene Romero.
Así que a esta reducción de la oferta del dólar en el mercado, se la debe frenar por dos lados, una dotando al público en general de la divisa extranjera, a riesgo que se usen para fines especulativos, pero por el momento no queda de otra que el BCB siga inyectando recursos a la economía.
También, aunque es riesgoso, seguir endeudándonos externamente, en este momento, están en proceso 1.600 millones de dólares, pero los fines son otros diferentes a fortalecer la caída de las RIN, en consecuencia, la necesidad al parecer obligará al Gobierno a utilizar cierta parte de estos fondos para garantizar la importación nacional y que no se devalúe nuestra moneda, a costa de un menor crecimiento económico este año.