Sin embargo, aún se esperan otros estudios especiales para descartar la posible presencia de metales.
“La calidad del agua es nuestra prioridad y nos comprometemos a mantener en todo momento una calidad eficiente”, señaló el interventor de EPSAS, Jaime Gutiérrez, explicó que la empresa tiene responsabilidad hasta el medidor, pero tomaron muestras en zonas como San Sebastián, Sopocachi, Achachicala, Caja Ferroviaria, Portada, avenida Landaeta, estación del teleférico Línea Roja y Llojeta.
En relación al pH (medida de acidez), aseguró que el estudio arroja parámetros dentro de la normativa e indicó que una posible explicación de las afecciones podría deberse a las tuberías de edificios antiguos, las que tendrían algún tipo de sedimento.
Por su parte, la directora de la AAPS, Karina Ordoñez, sostuvo que en los niveles de cloro también todas las muestras arrojaron parámetros dentro de la normativa e indicó que el agua es potable.
Gutiérrez apuntó que todavía faltan algunos resultados de estudios especiales, que permiten determinar, entre otros aspectos, la presencia de metales.