Entre los elementos peligrosos que contiene están: el monóxido de carbono, óxido de nitrógeno, compuestos volátiles, entre ellos el formaldehído y el benceno, además de partículas finas.
“La característica del humo como tal es terrible”, debido a que no es simplemente el echo del humo y su efecto irritante, sino que contiene varias partículas que son realmente dañinas desde el punto de vista respiratorio y con el resto del organismo como tal, aseguró el neumólogo Luis Fernando Monte Rey Ayllón.
En entrevista con EL DIARIO, explicó que el humo contiene partículas que originarían problemas de elevación en los niveles de monóxido de carbono, de óxido de nitrógeno “que va afectar particularmente a pacientes que tienen enfermedades crónicas, a los asmáticos”; y la elevación de compuestos volátiles “como el formaldehído y el benceno que son procancerígenos”.
De acuerdo con la página de Wikipedia, el monóxido de carbono es un gas incoloro y altamente tóxico. Puede causar la muerte cuando se respira en niveles elevados. En tanto, que el óxido de nitrógeno se forma por varios compuestos químicos binarios gaseosos, formados por la combinación de oxígeno y nitrógeno.
Mientras que el formaldehído es “gas incoloro, inflamable a temperatura ambiente. Tiene un olor penetrante característico y en niveles altos puede producir una sensación de ardor en los ojos, la nariz y los pulmones”.
El benceno es una sustancia química líquida, incolora o de color amarillo claro cuando está a temperatura ambiente. De acuerdo con el experto, estos dos últimos son procancerígenos.
Por otro lado, Monte Rey, acotó que el tema de partículas finas como tal, es decir, aquellas que miden desde dos hasta 10 micrómetros, “estas pueden impactarse a nivel ya distal, no solamente a nivel de la vía aérea y producir problemas del intersticio”.
Asimismo, elementos como el dióxido de azufre, por ejemplo, son altamente irritantes; al igual que el cianuro de hidrógeno, también hay otros elementos como los policíclicos aromáticos, “estos son definitivamente procancerígenos, o sea realmente el daño es grave, no solamente es temporal”, recalcó el experto.
El neumólogo enfatizó que la combinación de estás sustancias descritas son perjudiciales para el sistema respiratorio de las personas que respiran ese humo, pero corren mayor riesgo aquellas que están cerca de los incendios.
“Imagínese, si nosotros tenemos esa predisposición, la gente que está allá va a tener consecuencias gravísimas no solamente bronquiales o pulmonares, o sea están yendo a generarse una enfermedad tan grave como es el cáncer eso es prácticamente definitivo”, sostuvo.
INCIDENCIA
Los niveles de contaminación son extremadamente elevados, obviamente teniendo repercusiones sobre toda la población y particularmente en los niños, “el principal problema es que los va predisponer a infecciones respiratorios con mayor facilidad que en otras circunstancias, niños que tienen compromiso particularmente de lo que vendría a ser la vía aérea como los cuadros bronquiales, ya sean obstructivos o de otras causas; los pacientes con asma van a tener exacerbaciones en sus cuadros respiratorios, pacientes que, por la característica misma de la laringe del niño van a tener mayor predisposición de cuadros laríngeos que, ahora se ha visto un incremento de estos cuadros”, apuntó el galeno.
El grupo más vulnerable, desde el punto de vista respiratorio, son los niños que tienen menos de cinco años y, de estos, los menores de dos años son los que particularmente tienen mayor predisposición a tener repercusiones sobre las vías aéreas.
Además los adultos mayores, embarazadas y personas con enfermedades de base también están más propensos a sufrir problemas respiratorios o complicaciones serias, por lo que “lo mejor es utilizar protección especial que no permita el ingreso de esas partículas al organismo, los barbijos N95 son los adecuados y deberían usarlo todos”, recomendó el entrevistado.
CONSEJO
Por otro lado, con el fin de aminorar las molestias como tos, ojos rojos, dolor de cabeza y otros, se recomienda usar barbijo N95, evitar hacer ejercicios al aire libre, mantener cerradas las ventanas, hidratarse y alimentarse de forma adecuada.