“Se ha hecho un estudio en relación a estos meses para identificar los productos de sal que no están fortificados con el yodo, es importante que la población sepa identificar y sepa leer lo que está consumiendo. La sal es una fuente de consumo de yodo y además llega a toda la población”, informó la secretaria municipal de Salud y Deportes de la comuna pacea, Fátima Verduguez.
En tanto, la jefa del Laboratorio de Alimentos y Bebidas de la Secretaría Municipal de Salud, Dina Gutiérrez, explicó que las sales fortificadas con yodo deben estar comercializadas con el aditivo de yodo.
“El laboratorio de alimentos y bebidas realizó el control y vigilancia de las sales fortificadas con yodo, esta debe estar comercializada con el aditivo de yodo en el rango de 40 a 80 miligramos por kilogramos para este período de muestreo que se ha hecho en los meses de enero a mayo”, indicó.
La experta mencionó que las marcas que cumplen con los niveles de fortificación son: Universo, Universal, El Salerito, Lobos, Blanquita, Sabrosal, Emsyfa, Amadito, Perla Andina, Finisal, Hipermaxi y Ketal.
Asimismo, las 14 marcas que incumplen con los niveles de fortificación son: Copisal, La Reyna, Urkupiña, Dorisal, Gusstosi, Atusal, Blanca Nieves, Churrasquero, Gerli, La Grandiosa, Sabrosita, San Antonio, Teresita y Yuly.
Para el estudio, se tomaron 649 muestras adquiridas de mercados, supermercados, tiendas de barrio, carnicerías, hornos de panificación y unidades productivas de alimentos. Los resultados se basan en los valores de la Norma Boliviana NB 328004 que específica que los niveles del fortificante son de 40 – 80 mg/kg de yodato de potasio, según un informe edil.
“Con este comunicado nosotros pretendemos que todas las empresas que comercializan dentro del municipio de La Paz cumplan con los niveles, ahora puede tener un nivel bajo, pero les pedimos que hagan la fortificación adecuada porque ellos tienen la obligación de darnos un alimento fortificado, para prevenir enfermedades dentro de nuestra población”, sostuvo Gutiérrez.
Explicó que entre las consecuencias por la falta de yodo están los abortos, nacimientos prematuros, aumento de la mortalidad perinatal, cretinismo neurológico, defectos psicomotores, bocio endémico del adulto, deterioro del desarrollo mental, entre otros.
Por lo que, se coordina acciones con la Intendencia Municipal para exigir el registro sanitario vigente y etiquetado de la sal en los centros de abasto y tiendas que comercializan el producto.
“También se está pasando el listado a la Intendencia Municipal para que ellos hagan los controles dentro de los mercados y puntos de venta. La recomendación de revisar las marcas de sal que están consumiendo, que tenga el registro sanitario y, si no tiene, denuncie, hay intendencias municipales en cada subalcaldía”, instó la experta.
PRUEBA
Una forma casera de detectar la presencia de yodo en la sal, se realiza con una hoja de papel bon, limón y sal. “La prueba se hace tomando una hoja papel, colocamos media cucharilla de sal, la sal que nosotros tengamos en sospecha y le agregamos el jugo de limón hasta empapar la sal, luego flexionamos hoja con hoja y si se presenta una coloración azul medio violeta tiene el yodo, si no tiene ningún tipo de coloración esa sal no tiene yodo”, puntualizó Gutiérrez.