“Durante la gestión 2021 se comercializó GLP por un valor de 73,6 millones de dólares, este monto subió a 79,2 millones en 2022, cifra que ratifica la eficiencia de las plantas separadoras de líquidos”, dijo el presidente la estatal petrolera, Armin Dorgathen.
Al contrario, la venta de gas no aumento, aunque sí en valor por los precios altos del petróleo en el mercado internacional, sin embargo, el volumen no ayudó a aprovechar el buen contexto mundial por la guerra Rusia y Ucrania.
El año pasado los líquidos y el gas cayeron en producción a comparación del 2021, y consultoras internacionales estiman de que si Bolivia no sube sus reservas, dejara de exportar en 2030, y convertirse en neto importador, aunque ya dio los primeros pasos en la pasada gestión.
PLANTAS
“La implementación de las plantas de separación de líquidos constituye el primer paso hacia la industrialización de los hidrocarburos y permitió producir GLP para la exportación, cuya venta generó ingresos (divisas) mayores durante 2022”, agregó el ejecutivo de YPFB.
De manera paralela a la exportación de GLP, las plantas de Río Grande y Carlos Villegas experimentaron un incremento del 11,8% en la exportación de gasolina rica en isopentanos, de 5,60 millones a 6,26 millones de dólares.
La exportación de los volúmenes de gasolina rica en isopentanos tiene como principal mercado a Perú, le siguen Brasil y Argentina. En la gestión 2022 se exportó un total de 13.075,50 m3 y de este total el 89% se fue a Perú, principal mercado del producto.
La gasolina rica en isopentanos es distinta a otras (gasolina premium y gasolina especial) porque su utilidad y aplicación es requerida por el sector industrial al ser un potente disolvente y tiene una utilidad adicional para barnices y pinturas.
El producto no es demandado en el mercado interno por su uso exclusivo en el sector industrial. Las otras gasolinas están destinadas para el transporte público y privado.