Carlos Ramírez es propietario de Todo Libros, una iniciativa que le permite vender textos en un “Book Truck” (camión de libros), y vive un Vía Crucis para conseguir que su negocio posea permisos para funcionar y no tenga que “escapar” de sus paradas momentáneas. Luego de insistir por mucho tiempo, recibió una respuesta que le permitirá capacitarse y participar en ferias municipales, por lo menos mientras se espera una normativa que le permita realizar su actividad de forma tranquila y segura.

“Siempre he tenido problemas (con guardias municipales y comerciantes) les explicaba que es un emprendimiento nuevo, que estoy impartiendo educación a la gente (…) me dijeron que no hay normativa para un Book Truck, pero hoy (por ayer) me entrevisté con la secretaria de Desarrollo Económico (de la alcaldía paceña) y, por lo menos, me dieron una solución: ellos me van a apoyar en primer lugar, con redes sociales, me van a dar unos cursos de redes sociales como manejar Facebook, Instagram y, aparte, me están invitando a todas la ferias itinerantes que ellos van a tener. Eso está bien, es cosa buena”, refirió el emprendedor.

Sin embargo, continúa con la incertidumbre de cómo hacer para que guardias municipales y efectivos de la Policía no lo “molesten” mientras ofrece sus libros. “Para lo del permiso es un poco larguito, me dijeron que hay que sacar una normativa, pero va salir. Parece que me van a dar un permiso temporal o veremos. Gracias a Dios he solucionado parte del problema”, señaló.

Precisamente, para definir esa situación o buscar alguna forma de solución, hoy se reunirá con el director de Regulación y Ordenamiento de la Mobilidad de la urbe paceña, Luis Aleman. “Evidentemente es un tema que preocupa y obviamente no debería estar sin atención (…) nos reuniremos mañana (por hoy) a las 10:30”, aseguró el funcionario edil.

Por su parte, la secretaria municipal de Desarrollo Económico, Mónica Chuquimia, ratificó que se establecieron algunas líneas de acción para colaborar a Ramírez. “Potenciaremos su negocio a través de capacitaciones, contará con asistencia técnica para crear su página web y mejorar la administración de sus redes sociales para que pueda vender sus productos”.

Acotó que se le proporcionará un apoyo de 360 grados y durante todo el año, para que mejore el manejo de sus costos, la venta en línea y desarrolle una base de datos de compradores y posibles clientes.

Además, “será uno de nuestros invitados a las ferias mensuales Entre Chiwiñas y Emprendedores, además se le brindará apoyo en otros aspectos”, detalló la secretaria.

Ramírez, de 61 años, desde el 24 de diciembre de 2021, comercializa libros originales en su Book Truck los jueves, viernes y sábados, en horarios diferenciados y en distintos sectores de la ciudad de La Paz.

“Estoy yendo a los 35 años con venta de libros, es de lo que vivo. Todos mis libros son originales, no manejo ni una sola copia, manejo libros de Lexus editores son libros infantiles, cocina, repostería y también algunas novelas contemporáneas y clásicas, solo venta de libros”, explicó el emprendedor.

La idea nació debido a que después de la pandemia, no sabía cómo retomar su actividad, por lo que compró una combi con el fin de venderlo, pero su hija y un ahijado, lo convencieron de incursionar en la venta de libros ayudado con el vehículo.

Adecuó el coche como una especie de armario de exposición para sus textos y comenzó a recorrer calles y avenidas paceñas para vender los escritos. Con el tiempo, debido a las molestias que pasaba, porque guardias y hasta comerciantes le observaban o reclamaban, acudió a diferentes instancias municipales para que le ayuden a solucionar su problema, pero no obtuvo respuesta.

Hasta que, hace unos días, cansado de esos “malos momentos” publicó una denuncia a través de la página oficial de su librería: “Qué difícil es hacer un emprendimiento en esta ciudad, acaban de botarme de la av. Arce los guardias municipales, por la denuncia de las vendedoras que hay por ahí”, se lee.

“Nunca me imaginé la repercusión que tendría”, aseguró Ramírez, quien afirmó que espera llegar a un acuerdo satisfactorio, “porque entiendo que hay reglas que tiene la ciudad y yo tengo que respetar esas reglas y normas”, pero también “necesito vivir. Voy a seguir saliendo, es mi medio de vida o sea vivo con esto somos dos personas mayores que vivimos con esto”, aclaró.