La iniciativa tiene alcance nacional, aunque está centrado en potenciales regiones productores como Cochabamba, La Paz, Chuquisaca, Santa Cruz, Tarija y Potosí.
El Decreto 4878 establece la disposición de los recursos económicos de los previstos en el Decreto 4632 de diciembre de 2021, que crea los programas de tubérculos y raíces, algodón, granos andinos, agricultura urbana y periurbana, pesca y acuicultura, y de apoyo a la producción apícola; en el marco de las políticas de reconstrucción productiva y seguridad alimentaria con soberanía.
La Empresa Boliviana de Alimentos Derivados (EBA), es la instancia encargada de la iniciativa a través de la unidad «Apoyo a la Producción Agropecuaria Ante el Cambio Climático (Aprocam)».
La iniciativa está destinada a fomentar la producción como política de Estado, en el marco del desarrollo rural sustentable y de la seguridad alimentaria con soberanía.
Según datos del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, se busca, entre otros objetivos, incrementar los rendimientos de producción de miel de 22,1 kilogramos/colmena/año a 28,7 kilogramos/colmena/año.
Sin embargo, de acuerdo a reportajes de medios digitales, los herbicidas que riegan en los sembradíos ponen en peligro la vida de las abejas, pues los químicos amenazan a las colmenas y a la producción de miel.
En varias regiones del país se han instalado apicultores, con el objetivo de aumentar la producción, algunos sobre viven, pero otros ya ingresaron a la era industrial.