“Un profundo y prolongado déficit refleja la complicada situación de las finanzas públicas, que no es coyuntural, por lo que revela la necesidad de implementar ajustes y reformas hacia otra dirección”, sostiene el análisis de la Fundación Jubileo al advertir que el déficit fiscal cumple diez años sin perspectivas de mejorar debido a la deuda que se dispara.
Este año se cumplen 10 años consecutivos con déficit fiscal, como resultado de un escenario con limitados ingresos, pero con un nivel alto y creciente de gastos, principalmente en gastos corrientes, sostiene la Fundación Jubileo, que hace notar también que la deuda externa aumentó seis veces en relación al 2007 y la externa se triplicó en relación al 2017.
En su análisis del Presupuesto General del Estado 2023: “El presupuesto público sin cambio de rumbo”, Jubileo advierte que déficit se ha profundizado en los últimos años, y que, si bien en 2023 se reduciría levemente a 7,5%, es aún un nivel muy preocupante.
El estudio difundido por Brújuña Digital menciona que el déficit es financiado con endeudamiento, por tanto, se recurre a préstamos para financiar los mayores gastos. “La deuda externa, que se incrementó constantemente durante y después del período de bonanza, ha llegado a 13.112 millones de dólares a octubre de 2022; casi seis veces el monto que se debía en 2007”, se detalla.
“Y, con relación a la deuda interna, esta comienza a crecer desde 2018, y se dispara en 2020 y 2021, por créditos de emergencia y liquidez, principalmente del Banco Central de Bolivia”, apunta el documento.
Jubileo precisa que, entre el 2017 y 2022, en cinco años, la deuda interna se habría más que triplicado, llegando al equivalente de más de 15.500 millones de dólares.
Con los datos parciales de 2022, la deuda total (externa + interna) llegó por encima de $us 28.500 millones; y para 2023 se prevé la contratación de importantes montos de endeudamiento.
Entre el endeudamiento externo previsto para el 2023, nuevamente la Ley Financial autoriza la contratación de deuda a través de títulos valor en mercados de capital externos, conocidos como “bonos soberanos”, para apoyo presupuestario y/o manejo de pasivos (deuda para pagar deuda), por un monto de 2.000 millones de dólares.
Se menciona que el año pasado, el Gobierno concretó la colocación de una parte de lo planteado esa gestión a una tasa de 7,5%, mucho mayor que las anteriores emisiones cuando el promedio era alrededor de 5%.
“Esta deuda es cada vez más cara para el país, por lo que, en caso de concretarse lo programado en el presupuesto 2023, se prevé que sería una deuda demasiado costosa, con las respectivas afectaciones para el país y, además, sin un fin claro”, menciona el análisis.
En esa línea, el análisis establece que el PGE 2023 muestra tendencias similares a las observadas en los presupuestos de los últimos años, lo que es preocupante, porque presenta un panorama de muchos años con limitados ingresos públicos, gastos corrientes crecientes y una inversión que disminuye.
No se advierte una verdadera recuperación de las recaudaciones tributarias, que se encuentran incluso por debajo del nivel alcanzado en 2014; y, en el caso de los ingresos del sector hidrocarburos, el actual nivel, de igual manera, está muy por debajo y sin perspectiva de repuntar, puesto que, a pesar del contexto favorable de precios internacionales, estos ingresos dependen de los volúmenes de producción, los cuales han estado disminuyendo en los últimos años.
Con relación a los gastos, se observan dos tendencias: por un lado, los gastos corrientes continúan incrementándose en 7% con relación al año pasado; y, por otro lado, la inversión pública disminuye.
Ante la actual situación de los ingresos, el sector público, en sus diferentes niveles, estaría priorizando incrementar o al menos preservar los gastos como sueldos; y, ha sacrificado la inversión en obras, que es un determinante del crecimiento y desarrollo.
RESERVAS INTERNACIO-
NALES ESTABLES
Por otro lado, el Banco Central de Bolivia (BCB) informó que al 8 de febrero de 2023 las Reservas Internacionales Netas (RIN) se mantienen estables y se ubican en $us 3.538 millones, monto que cumple con los parámetros referenciales para la administración de reservas determinados por organismos internacionales, cubriendo más de tres meses de importaciones de bienes y servicios, y más de dos veces el servicio de la deuda externa de corto plazo.
Pide a la población que no se deje confundir ni manipular por los mensajes tendenciosos de dichos analistas. El ente emisor aclara que de forma parcial y poco objetiva dichos comentarios y análisis solo se enfocan en uno de los componentes de las reservas, como son las divisas, siendo que las reservas internacionales del país constituyen un agregado de activos que en conjunto se enmarcan en los parámetros de administración para las RIN.
El comunicado dice que el BCB ratifica que la estabilidad y solidez de la economía boliviana se encuentra respaldada por indicadores macroeconómicos sólidos de público conocimiento, como la tasa de inflación más baja de la región; superávit de la balanza comercial, con un nivel récord de exportaciones; y un sistema financiero que al cierre de la gestión 2022 registra la confianza y fortaleza del boliviano con el 99% de los créditos y el 86% de los depósitos, en moneda nacional.
Ratificó su compromiso y esfuerzo para alcanzar las metas macroeconómicas previstas para la presente gestión en el Programa Fiscal Financiero suscrito con el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, manteniendo inalterable el régimen cambiario.