En esta cumbre, se lanzó el documento técnico sobre áreas protegidas inteligentes, desarrollado conjuntamente por Huawei, IUCN China y la Academia China de Silvicultura, para compartir el plano de desarrollo en áreas protegidas inteligentes según la experiencia de las que existen en China.
“La pérdida de biodiversidad y el cambio climático son dos crisis ambientales globales interrelacionadas que requieren de respuestas coordinadas. Mientras protegen la naturaleza, la ciencia y la tecnología también pueden ayudar a miles de industrias con el desarrollo ecológico y a enfrentar mejor el cambio climático”, afirmó Tao Jingwen, director del Consejo de Administración de Huawei y presidente del Comité de Desarrollo Sustentable Corporativo (CSD).
Desde el año 2019, Huawei ha trabajado junto con más de 30 socios internacionales, entre ellos IUCN, para aplicar tecnologías digitales con el objetivo de lograr resultados de conservación y restauración efectivos en 46 áreas protegidas y conservadas del mundo, desde las selvas tropicales de Hainan, en China, el hogar del gibón más raro del mundo, hasta el oasis de humedales de Italia y los arrecifes de corales en la costa este de Mauricio.
La clave para la protección de la vida silvestre es la comprensión de la distribución, los comportamientos, las tendencias estacionales de las especies y cómo las actividades humanas pueden impactar en sus patrones. Esto requiere de datos exhaustivos, que puede ser un desafío conseguirlos en zonas remotas y de difícil acceso, a menudo, agravadas por condiciones climáticas extremas.
La implementación de tecnologías digitales de última generación, como computación en la nube, Internet de las Cosas (IoT), Internet móvil, big data e Inteligencia Artificial (IA), permite la adquisición de datos e interacción con ellos en tiempo real. Esta es la clave para mejorar la detección, el análisis y la administración inteligente de la protección de las especies y la conservación basada en áreas, lo que los hace más efectivos y, en consecuencia, mejores para la conservación de la naturaleza.
“Hemos ganado mucho en los últimos tres años de cooperación. Durante este tiempo, Huawei ha colaborado con nosotros para demostrar cómo usar las nuevas tecnologías de forma responsable para proteger la naturaleza. En IUCN nos emociona colaborar a largo plazo con Huawei como líder tecnológico con el fin de ayudar a alcanzar objetivos globales como el de conservación de al menos un 30 % de la tierra y agua del planeta para el 2030”, sostuvo Grethel Aguilar, subdirectora general de IUCN.
El objetivo principal del documento técnico sobre áreas protegidas inteligentes es alcanzar la conservación efectiva de las áreas protegidas y la gestión sostenible de los recursos naturales. Sobre la base de este objetivo, el documento identifica siete escenarios principales, que incluyen protección y restauración ecológica, gestión de recursos e investigación científica, entre otros.
En estos escenarios identificados, es necesario implementar cuatro capacidades clave, entre las que incluyen la percepción ecológica integral y multidimensional, comunicaciones multired integradas que puedan adaptarse a terrenos complejos, análisis inteligentes que puedan procesar grandes cantidades de datos de múltiples fuentes y la capacidad de aplicar los resultados de los análisis a las operaciones y la gestión de áreas protegidas. Este plano propone una arquitectura de la solución integral para las áreas protegidas inteligentes sobre la base de los recientes avances de la tecnología digital.
Peng Song, vicepresidente Sénior y presidente del Departamento de Marketing y Estrategia de ICT de Huawei, aseveró: “La Tierra es nuestro único hogar. Las tecnologías digitales pueden ayudarnos a proteger las reservas naturales de forma más efectiva y a promover la gestión sustentable de los recursos naturales. Nuestra intención original es reunir la práctica de la ciencia y la tecnología para ayudar a proteger la naturaleza y trabajar con socios para promover la construcción inteligente de más reservas naturales”.
De acuerdo con el Informe de la Nueva Economía de la Naturaleza del Foro Económico Mundial, más de la mitad del PIB mundial, aproximadamente 44 billones de dólares, depende de la naturaleza y los servicios relacionados que brinda. Sin embargo, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad amenazan la supervivencia y el desarrollo sostenible de la humanidad. Una nueva economía de la naturaleza podría generar un valor comercial anual de hasta 10,1 billones y generar 395 millones de trabajos para el 2030.