“Son 3.840 sepulturas codificadas, ya tienen nombre, hoy (por ayer) se va a entregar certificados de óbito para que sepan (los dolientes) dónde están sus seres queridos. Hemos hecho este muro perimetral; acá se entraba cualquiera, se robaban huesos”, detalló el alcalde paceño, Iván Arias, durante la entrega de las refacciones al camposanto.
La directora de la Entidad Descentralizada de Cementerios, Patricia Endara, explicó que el certificado de óbito permite saber quién es el difundo, cuál ha sido el motivo de su fallecimiento y que cuente con certificado de defunción, partida y folio registrado en la Alcaldía conforme a normativa.
Además de los arreglos realizados en el panteón paceño, se adelantó que en seis meses se construirá un pabellón con capacidad para 800 difuntos y una capilla.
“Vamos a hacer una iglesia y unos cuarteles donde vamos a poder depositar a los muertos de manera más decente, ustedes van a entrar y lo van a ver mejor mantenido, hemos invertido más de un millón de bolivianos para arreglarlo, vamos a abrir una puerta arriba para los turistas, para que puedan visitar el mirador y bajar en un paseo”, detalló el burgomaestre.
Endara destacó que esta es la primera transformación de un cementerio clandestino a legal en la ciudad y que se prevé hacer el mismo proceso en otros. “Este día es importante para todos nosotros porque se entrega el primer cementerio clandestino hoy regularizado, tras una tarea ardua hemos trabajado con los dolientes para hace realidad este sueño. Varios de los fallecidos no contaban con documentos, hoy en día tienen sus certificado de óbitos que hace que sea legal”, apuntó.