Una de las costumbres, durante la festividad de San Juan, consiste en hacerse leer la suerte, según dicen porque es el inicio de un nuevo año y “nuevas energías”. Los yatiris o amautas se dan cita en diferentes lugares para recibir a sus clientes. Uno de estos sectores donde se acostumbra hacer las lecturas es en la zona de San Pedro en La Paz y otro, en la Ceja de El Alto, quienes ofrecerán sus servicios, al menos, durante una semana.
“Es una tradición después de San Juan (leer la suerte), esto viene desde hace tiempo, antes se fundía la malla (plomo) en ollitas de barro. Se dice que es de mucha suerte hacerlo este día (24 de junio), pero también depende de la fe de las personas (…). Muchas veces se les dice la verdad y se resisten, pero es lo que sale no le podemos mentir”, señaló Ramiro Herrera, quien desde hace poco más de 20 años se dedica a la lectura de la suerte.
Él y sus hermanas, son la segunda generación de su familia que se dedica a esta actividad, que inició hace casi un siglo su mamá en el mismo lugar, la calle General Gonzáles de la zona San Pedro, en la ciudad de La Paz.
“Siempre ha sido la tradición leer en plomo, después en cerveza, esa es una costumbre que vino de otro lado”, contó mientras preparaba los implementos para atender a su clientela que hacía fila.
Desde tempranas horas de la mañana, cientos de personas se dan cita a ese sector paceño para que alguno de los amautas les diga su presagio. “Salimos durante una semana a atender al público desde las siete u ocho de la mañana hasta las ocho, nueve de la noche. Somos 18 amautas en todo este sector, pero hay otros (yatiris) que posiblemente estén por los alrededores”, indicó el dirigente de los Amautas de San Pedro, Néstor Ramos, una de las asociaciones que se apostan en el sector.
Detalló que el costo por el servicio de lectura en cartas, cerveza, huevo y plomo, es de Bs 10. “Estamos haciendo lectura en plomo, en cerveza y huevo, y también en cartas, en coca no podemos hacerlo por el tema del viento, para eso necesitamos un lugar cerrado”, indicó.
En efecto, los pequeños puestos instalados en la calle mencionada, cuentan con los materiales necesarios para realizar las lecturas, pero otros, un poco más distantes de ellos, además de cerveza y huevo, plomo fundido, cartas del Tarot, también ofrecen leer en coca, papa y la taza del café, aunque en este caso solo estaba una persona con ese servicio.
“La gente pide más en la salud, trabajo y después sobre la pareja, las relaciones. Las mujeres son más creyentes, los varones son un poco incrédulos; los jóvenes, sobre todo, vienen por estudio”, sostuvo Herrera.
Afirmó que, a veces, a algunas personas les da miedo saber lo que les depara el futuro o conocer la verdad de algo, “pero nosotros tratamos de que más bien se fortalezca para que las cosas le salgan bien y no decaiga, aunque es la suerte pero uno puede prevenir”, acotó el adivino.
“Tengo la costumbre de venir cada año, después de la noche de San Juan, a hacerme leer la suerte. Prefiero con el estaño, le tengo más fe, porque todo lo que me dijeron el año pasado se cumplió”, relató una mujer mientras hacía fila para ser atendida por Néstor Ramos, a propósito, uno de los más requeridos del lugar.
La festividad de San Juan está ligada a la fiesta de la zona de San Pedro, por lo que durante la próxima semana tendrán diferentes actividades para conmemorar el aniversario.
“El miércoles es la verbena; jueves, la misa; sábado, la entrada (folklórica) y ese también es el último día en el que los amautas están”, informó un vecino del lugar.
Pero esta costumbre de la lectura de la suerte también se la práctica en la urbe alteña, y es que en el sector de la Ceja varios “adivinadores” se apostan por la denominada “oreja de mono” y sus alrededores para leer el futuro a sus clientes.
La fiesta de San Juan tiene una relación con el 21 de junio cuando se registra el solsticio de invierno, porque es un tiempo de renovación por lo que es costumbre hacerse ver la suerte con alguno de los métodos utilizados por los amautas.