La sala de apelaciones del Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales, heredero de la corte que revisó los abusos en la antigua Yugoslavia hasta el año 2017, tenía sobre la mesa los casos de Jovica Stanisic y Franko Simatovic, que habían sido condenados a mediados de junio de 2021 a sendas penas de doce años de prisión por crímenes contra la humanidad.
En concreto, se les consideró culpables de asesinatos, deportaciones, traslados forzosos y persecución por su papel en la preparación y el despliegue de las fuerzas que tomaron la localidad de Bosanki Samac, en Bosnia y Herzegovina. Ahora, los jueces dieron la razón a la Fiscalía al entender que también constituyeron una empresa criminal para eliminar a las comunidades que no fuesen serbias.
Los dos acusados, detenidos en marzo de 2003 en Serbia, habían salido absueltos de un primer proceso judicial, pero las sentencias de ayer suponen la confirmación de los resultados condenatorios de un segundo juicio. Stanisic, antiguo responsable de la policía secreta, y Simatoviz, vinculado igualmente a los servicios de Inteligencia, son por ahora las únicas autoridades serbias condenadas en el marco del proceso auspiciado por Naciones Unidas.
«EXTRAORDINARIO TRABAJO»
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, felicitó al Mecanismo, así como al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, por su «extraordinario trabajo» para «establecer la verdad, la justicia y la rendición de cuentas», según un comunicado remitido por el organismo.
«Veredictos como el de ayer nos recuerdan un pasado espantoso al que nunca debemos regresar», dijo, instando a las autoridades, los medios de comunicación y los pueblos de Bosnia y Herzegovina, Croacia, Montenegro, Serbia, Macedonia del Norte y Kosovo a que «intensifiquen sus esfuerzos» para lograr la justicia.
«Las narrativas revisionistas, la negación del genocidio, la retórica divisiva y el discurso de odio, desde cualquier lugar, son inaceptables. Cualquier acción que exacerbe las tensiones entre las comunidades debe ser condenada de inmediato», agregó.
Turk también elogió a los supervivientes y a sus familias, ya que persistieron en exigir sus derechos pese a su inimaginable sufrimiento, así como a las amenazas, la intimidación, la incitación al odio y la retórica revisionista en su contra por dichas atrocidades, que siguen siendo serios obstáculos para la reparación. (Europa Press)