El pedido de la esperanza nace ante una situación social complicada que se presenta en el país, en donde el Gobierno desplaza a sus afines ante cualquier crítica a su gestión y ahora la arremetida contra la iglesia después de que el periódico español El País destapase hechos de abusos sexuales de curas de España hace años.
A eso se suma el caos que se genera por la falta de gasolina, así como el alza de los precios de algunos productos de la canasta familiar, mientras el gobierno insiste en su inflación baja, alejada de la realidad.
Iglesia
«Problemas no faltan, cada uno de diferente manera, pero es un problema, entonces ese mandato que nos hace hoy es para tomarlo en cuenta. Y esa promesa también que Él dice: Si bien yo no estoy con ustedes, así como me ven ahora les dijo a sus discípulos, pero tengan la seguridad de que yo no me aparto de ustedes. Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Esa promesa que nos da el Señor, es decir que, en medio de las dificultades, en medio de los problemas, en medio de tantas convulsiones que podemos pasar, no perdamos esa esperanza y no perdamos de vista esto», remarcó.
En otra parte de la homilía, el monseñor pidió no tener miedo porque problemas siempre habrán, resaltó que lo importantes es no salirse del camino de Dios, según ANF.
«Tenemos miedo de llamarnos hijos de Dios, tenemos miedo de llamarnos que somos parte de esta familia cristiana. Creo que este momento que las turbulencias que salen en la vida, a veces como que nos quedamos ahí ¿Qué hacemos? ¿Qué decimos? Creo que ahí es donde el Señor nos llena de esta fuerza, de ese poder que él tenía, nos llena también de ese poder de decir: No tengan miedo, problemas siempre habrá, es importante que ustedes no se salgan del camino que yo les he enseñado nos dirá el Señor», dijo.
Mientras que el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz, monseñor Luis Durán planteó que entre todos busquemos sanar las heridas, los pecados y los males que afectan a la sociedad. Además de sentarse y dialogar para prevenir futuros males y proteger la vida de los más vulnerables.
El prelado dijo que las dificultades, problemas y abusos son signos que permiten la purificación y exigen corregir la vida de fe cristiana. Reconociendo que también «al interno de nuestra Iglesia, de la sociedad, de la familia hay errores, hay dificultades, que hay que corregir, sanar las heridas, pecados y males que tenemos».
Afirmó que un ejemplo claro de la actitud que debemos adoptar es la de Jesús, quien en el relato de la de la mujer pecadora que estaba a punto de ser apedreada, en lugar de juzgarla, mostró su perdón, «entre hermanos y hermanas nos debemos corregir, purificar», remarcó.
El monseñor Durán, dijo que estas situaciones de mal no se limitan únicamente al ámbito interno de la Iglesia, sino que también se extiende a la sociedad, la familia, las instituciones y los hogares. (El diario y ANF)