Se desacelera la demanda de los principales socios de América Latina y los precios de los principales productos básicos exportados por la región se han contraído en los últimos meses. Los minerales de hierro, cobre, el café, la soya y el petróleo registraron cifras negativas. Bolivia está entre los afectados, de acuerdo a las estimaciones de las tendencias comerciales de América Latina y el Caribe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en su último informe actualizado.
Durante el primer semestre de 2023, las exportaciones redujeron un 25%, en relación al mismo período de la pasada gestión, es decir, se exportaron 1.793 millones de dólares menos. Sin embargo, las importaciones subieron a 19 millones, dando como resultado un déficit de 78 millones, muy al contrario a similar período de 2022 cuando se tenía un superávit de 1,734 millones, según información del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (Ibce).
El BID señala en su informe que las exportaciones de América Latina y el Caribe (ALC) entraron en una fase de desaceleración en 2022, tras la rápida recuperación de la pandemia.
“A lo largo del año, las tasas de crecimiento de las ventas externas perdieron vigor de manera ininterrumpida. La reversión de los precios de los productos básicos acompañada por un menor dinamismo de los volúmenes despachados explica este desempeño”, señala el documento.
La ralentización de la economía mundial se reflejó en menores tasas de crecimiento de la demanda real por exportaciones de la región. El deterioro fue más profundo para las economías de Sudamérica, donde el impacto de la caída de los precios fue mayor debido a la relevancia de los productos básicos en su canasta exportadora.
Bolivia en el primer semestre de 2023 registró cifras rojas, tanto en volumen como en valor. La mayoría de los productos exportados redujeron sus ingresos a pesar de que elevaron sus envíos, en comparación con similar período de 2022. Esto se debería a la caída de los precios internacionales de materias primas y de alimentos.
La situación se agrava en la venta de productos tradicionales, minerales e hidrocarburos, pues cayeron en -20% y -25%, cuya situación pesa mucho en el comercio de Bolivia hacia el mundo, pues representa el 74% de las ventas al mundo.
Los analistas económicos Gabriel Espinoza, Ernesto Bernal, Gonzalo Chávez y Fernando Romero, por separado, indicaron que Bolivia no logró aprovechar los precios altos del petróleo en el mercado internacional en 2022 debido a la declinación de la producción de gas, tampoco aprovechó el alto precio de los alimentos por los frenos a la exportación.
Al primer semestre del 2023 las ventas externas alcanzaron los 5.464 millones de dólares, siendo esta cifra un 25% menos de lo registrado en igual período de la pasada gestión; a su vez, el volumen bajó un 20%.
La venta de productos tradicionales disminuyó un 21% y 17% en valor y volumen respectivamente, en relación al mes de junio del 2022. Las ventas de productos no tradicionales superaron los 1.400 millones de dólares y se destacó el buen desempeño de las ventas externas de chía, derivados de carne y confecciones textiles.
Entretanto, al primer semestre del 2023, las importaciones bolivianas alcanzaron los 5.577 millones de dólares, teniendo un leve incremento respecto a igual período del año anterior. Alrededor del 58% de las importaciones estuvieron representadas por los suministros industriales, bienes de capital y equipos de transporte.
La categoría de combustibles y lubricantes cayó 12% en valor y 5% en volumen, en tanto que los alimentos y bebidas tuvieron una baja en el volumen (-9%) y una subida en el valor del 9%, de acuerdo a datos del Ibce.
Productos
El BID informa que el precio de la soja, registró un rebote en la última parte del año que se extendió durante los primeros meses de 2023. Aunque no recuperó los máximos de inicios de 2022, la cotización promedio en enero-abril fue apenas 5,2% inferior al del mismo período del año previo.
Sin embargo, las previsiones de una mayor producción en Brasil, en un contexto de débil demanda, alimentan expectativas de continuación de la tendencia bajista para lo que resta del año, agrega el documento.
El precio del azúcar estuvo relativamente estable a lo largo de 2022 y a finales del año mostró una tendencia levemente alcista, que se aceleró a inicios de 2023. Entre enero y abril acumuló una subida interanual de 15,1%. Las revisiones a la baja de la cosecha en los principales países productores, especialmente India, Tailandia, China y Pakistán, se combinó con la mala cosecha de azúcar de remolacha en Europa como resultado de la reducción de la superficie cultivada y una severa sequía.
Estancado
Se estima que en Sudamérica las exportaciones se estancaron (-0,3%) en el primer trimestre de 2023 en comparación con igual período de 2022, tras haber crecido 16,2% en el promedio del año 2022, señala el documento.
De acuerdo a datos oficiales, Bolivia registró déficits comerciales en el primer trimestre de 2023, que viene arrastrando desde agosto de 2022, sin embargo, en abril revirtió y en mayo volvió, pero en el acumulado registra cifra negativa.
El deterioro se observó en todas las economías de la subregión, excepto en Chile y Paraguay. Estas dos economías, en conjunto con Brasil, fueron las únicas en Sudamérica donde las exportaciones crecieron en términos interanuales y, además, se caracterizaron por haber mostrado una tasa de variación positiva de los volúmenes despachados, sostiene el informe.
Se estima que para el conjunto de la subregión las cantidades cayeron 1,9% interanual en el primer trimestre de 2023, lo que evidencia el aporte positivo de los precios. Los envíos a todos los principales socios crecieron, aunque a tasas menores que el año previo. El aumento de los despachos a Estados Unidos y China fue contrarrestado por contracciones en las exportaciones al resto de Asia, entre las que se destacaron las caídas a India, Singapur, Japón, Vietnam, así como también al Reino Unido y Suiza, complementa el documento.
Bolivia
En Bolivia las exportaciones cayeron 23,5% interanual en el primer trimestre de 2023, revirtiendo la expansión de 23,8% registrada en 2022. La retracción se explica casi en su totalidad por las menores cantidades exportadas. Se contrajeron los envíos a todos los principales destinos, excepto China. La mitad de la disminución se explicó por las menores ventas intrarregionales.
Los países de Asia (excl. China), en especial India, también tuvieron un aporte negativo relevante. El deterioro exportador fue bastante generalizado a todos los principales productos como la soja, el estaño, el gas natural y el oro, señala el informe.
Dentro de sus conclusiones apunta que se continuará con un comercio en desaceleración y la región sudamericana será la más afectada, por ello asegura que “se ha agotado el ciclo comercial expansivo pos-covid y la región se ha instalado en una tendencia de desaceleración de las exportaciones destinada a continuar en el próximo trimestre y a estabilizarse en la segunda mitad del año.
Indica también para contrastar esa tendencia se deberá aplicar reformas e inversiones orientadas a impulsar la competitividad en los mercados externos, que será clave para apuntalar la recuperación económica.
Asimismo, dado el creciente proteccionismo a nivel global, es urgente unir las voces y abogar por la apertura de los mercados internacionales. En un contexto en el cual los mercados internos de los países de la región continuarán caracterizados por una marcada debilidad, impulsar el crecimiento por medio del comercio internacional será fundamental para superar la sucesión de crisis que han afectado a la economía mundial en los últimos años.