La mujer en los últimos años ingresó significativamente en la economía nacional, a nivel productivo, profesional y empresarial, a través de emprendimientos con apoyo privado y público. La incursión en la banca se acelera y también en el uso de tecnología para la producción de alimentos.
Empresas del sector privado empezaron a apoyar emprendimientos de mujeres, que son esposas y madres, y que trabajan en la provisión de un producto, con capacitación, así como con financiamiento.
Es así que comunarias de sirionó se hacen emprendedoras con apoyo del Grupo Nacional Vida y su programa “Mujeres de Miel”, y reciben herramientas para hacerse parte de la industria apícola.
El programa “Mujeres de miel” forma parte del pilar de Desarrollo Social de la RSE de este Grupo y sus empresas. Tiene como propósito potenciar el desarrollo social de zonas deprimidas y de un segmento vulnerable de la población: las mujeres de nuestras culturas originarias.
“Buscamos crear oportunidades de trabajo para mujeres de pueblos indígenas que son esposas, cabezas de familia, mamás y proveedoras, motivadas por la necesidad de sus condiciones socioeconómicas complejas y desafiantes”, explica la gerente de Comunicación y RSE de esta corporación boliviana, Nadia Eid.
“Queremos minimizar la dificultad que nuestras beneficiarias tienen para conseguir trabajo, transportarse y afrontar los gastos diarios: por eso, les llevamos soluciones hasta sus hogares”, indica la ejecutiva.
Las beneficiarias, 50 mujeres Sirionó son cabeza de sus respectivas familias y serán las responsables de ejecutar este emprendimiento, con el apoyo de técnicos especializados y del Grupo Nacional Vida, y también anuncian que el producto final no solo llegará al mercado nacional sino también al internacional.
Pero no solo se abre espacio en el área productiva sino también en otros sectores como la Banca. En las Entidades Bancarias Asociadas trabajan 9.800 mujeres aproximadamente, representando el 46 % del total de trabajadores, señala la Asociación de Bancos de Bolivia (Asoban).
A la fecha, muchas mujeres derribaron y superaron barreras en lo laboral, y asumen ahora la cabeza y dirección de varias instituciones públicas y privadas, con roles protagónicos en diferentes rubros y sectores.
Según datos de ASOBAN, aproximadamente 500 mujeres asumen mandos jerárquicos, entre subgerentes y gerentes de los Bancos, aunque pueden sumarse a este grupo responsables, jefas y directoras de las entidades.
“Más allá del rol de la mujer en un determinado sector, que es sin duda importante en el caso de la Banca; a nivel general, se evidencia que el empoderamiento financiero de las mujeres repercute en la inversión en educación, alimentación y salud, elementos fundamentales para aportar al desarrollo social y económico”, señaló la gerente de Estudios Económicos de la Asociación, Daniella De Sousa.
Todas las empresas, sin importar el sector o rubro buscan competir eficazmente y por ello, deben contar con los mejores equipos de trabajo, lo que significa valorar el aporte profesional y personal de hombres y mujeres.
Para la subgerente de Responsabilidad Social Empresarial del Banco Nacional de Bolivia (BNB), Carmen Zamora, es vital contar con un equipo de trabajo diverso con equilibrio entre géneros, fortaleciendo la comunicación y confianza.
Mientras tanto, Asoban asegura que el acceso al crédito para las mujeres ha mejorado en el sector bancario.
Productivo
Por la parte pública, a través de programas rurales, el Gobierno apoya a sectores productivos a nivel nacional, y también a las mujeres que empezaron a tomar las riendas de la producción con la aplicación de tecnología.
El Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras a través del Programa de Apoyos Directos para la Creación de Iniciativas Agroalimentarias Rurales II (CRIAR II), dota de tecnología agrícola a pequeños productores agrícolas a través de bonos que cubren la asistencia técnica y el costo parcial de una tecnología agrícola.
Con la dotación de tecnologías se ha logrado impactos positivos no solo en producción, consumo e ingresos, sino también en la participación de mujeres que han asumido de manera relevante un rol decisorio en la producción, dando lugar a la relación participación, decisión y autonomía económica, señala una nota de la entidad estatal.
El principal indicador del programa CRIAR II, referido a la participación de la mujer, tiene que ver con el canje de bonos de tecnologías agroalimentarias, y el análisis de las cifras muestra un 53 % corresponde a productoras.
Mayor participación
También la banca privada buscar la igualdad de derechos y oportunidades de la mujer en las finanzas, el área laboral, el mercado y la comunidad, y es por ello que se adhiere a los Principios de Empoderamiento de las Mujeres (WEPs, por su sigla en inglés) que impulsa ONU Mujeres y Pacto Global de las Naciones Unidas.
“Esta alianza reafirma nuestro compromiso de trabajar para brindar un mejor futuro a las bolivianas, impulsando con acciones concretas la equidad e igualdad de oportunidades. Estamos convencidos que, con la reducción de las brechas de género, ganamos todos y contribuimos a la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030”, expresó la gerente General Adjunta de BancoSol, Verónica Gavilanes.
Mientras tanto, con el objetivo de fomentar el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) lideradas por mujeres emprendedoras en Bolivia, el Instituto de la Mujer y Empresa (IME) y la Fundación Unifranz con el apoyo de Banco FIE, realizaron el lanzamiento del programa de capacitación virtual “Pitukea mi Negocio”, destinado a otorgar herramientas digitales para impulsar las ventas de las emprendedoras bolivianas a través de redes sociales y a mejorar la imagen de sus marcas, coadyuvando en la reducción de la brecha digital y de género en el país. El programa prevé alcanzar a más de 300 mujeres.