A ocho meses desde que la empresa española Corsán Corviam abandonara la hidroeléctrica Miguillas y el país, una inspección realizada in situ puso en evidencia que el ambicioso proyecto estimado en 400 millones de dólares se encuentra paralizado. ENDE Corani tomó el control administrativo del mismo, contrató a una consultora extranjera para revisar el proyecto hidroeléctrico y anunció la contratación de varias empresas para retomar su ejecución.
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