Las advertencias del Gobernador, Damián Condori, han acentuado aún más esta problemática, al señalar la posibilidad de «cerrar las operaciones gubernamentales debido al drástico declive» en los ingresos que se avecina.
La inquietud se ha propagado por todo Chuquisaca tras las declaraciones del presidente del Estado, Luis Arce Catacora, quien ha reconocido que Bolivia ha alcanzado un punto crítico en la producción de gas, aludiendo a que el país ha «tocado fondo» en este aspecto.
Esta situación tuvo un impacto directo en las finanzas del departamento, ya que el Gobierno ha fijado un tope presupuestario de 337,8 millones de bolivianos para el año 2024, marcando una reducción del 13 por ciento con respecto al año en curso. Esta determinación se mantiene a pesar del aumento en la participación de Chuquisaca en el campo Margarita-Huacaya durante el año previo.
Sin embargo, el reto más urgente proviene de las previsiones de ventas de gas a Argentina, que se proyectan a la baja para el próximo año, lo cual ha impactado negativamente en las perspectivas económicas del departamento. Se estima que los ingresos por regalías alcancen los 226 millones de bolivianos en 2024, representando una disminución de 32,5 millones en comparación con el año en curso.
Además, se anticipa una reducción en los ingresos provenientes del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). Se prevé que estos ingresos alcancen los 73,5 millones de bolivianos para el próximo año, marcando una disminución de 10,6 millones en relación con el año actual.
De manera similar, los ingresos por el Impuesto Especial a los Hidrocarburos y Derivados (IEHD) se espera que lleguen solo a los 24,5 millones de bolivianos, representando una reducción de 9,2 millones en comparación con el total de 2023.
En medio de este panorama desalentador, el secretario de Planificación Departamental, Juan Melendres, expresó su preocupación ante «una inversión pública que no superará los 40 millones de bolivianos», una cifra calificada como «extrema» y que refleja la difícil situación financiera que Chuquisaca está afrontando.
Agravando aún más la situación, Argentina anticipó la conclusión del acuerdo de comercialización de gas boliviano para el 30 de junio de 2024. Aunque el acuerdo original establecía que el gas boliviano llegaría hasta diciembre de 2026, ajustes recientes han acelerado el cierre del convenio, presentando un desafío adicional para la economía del departamento.
En palabras del analista de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, es bueno que el Primer Mandatario haya sido sincero respecto a la situación de las reservas de hidrocarburos. El reconocimiento de haber «tocado fondo» podría allanar el camino para la implementación de medidas necesarias.
Desde 2003, Bolivia no ha descubierto nuevos campos de gas, limitándose a anuncios de pequeñas reservas. Ante este panorama, Velásquez sugiere que se reformen las leyes del sector y se ofrezcan condiciones más favorables a las compañías petroleras extranjeras para fomentar nuevas inversiones en territorio boliviano. (Sucre, Erbol)