Con mucho dolor y nostalgia, cientos de personas despidieron al padre Eduardo Pérez Iribarne, para muchos conocido como “El Hombre Invisible” por el programa que dirigía. La multitud lo acompañó hasta su última morada ubicada al lado de su amigo y también jesuita Luis Espinal, en el Cementerio General de La Paz.
Pérez fue muy querido gracias a su carácter visionario y “entrador”, organizó reconocidas campañas, como la iniciativa “Por la Sonrisa de un Niño”, para llevar regalos a los infantes de bajos recursos económicos en Navidad; y durante años, organizó las pruebas ciclistas de “Doble Copacabana”.
La Banda Municipal Eduardo Caba acompañó el recorrido por varias vías paceñas, como la calle Pichincha hasta la Sucre donde se encuentra Radio Fides, Genaro Sanjinés, Ingavi y Montes. Cientos de personas lo despidieron con pañuelos y flores blancas.
El ataúd llevó la bandera de la Compañía de Jesús y la tricolor boliviana. Hubo un minuto de silencio en la vivienda donde residía el Padre Pérez. Guardias municipales escoltan el féretro desde el velorio.
Asimismo, personalidades y amigos queridos cargaron su ataúd por turnos.