Bolivia está dentro de los 21 países al borde la quiebra y algunos ya tomaron la decisión de renegociar su deuda. El rápido aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro ha vuelto a generar temores de una posible ola de impagos en los mercados emergentes, de acuerdo con medios internacionales.
“(…) los inversores se preguntan qué países que luchan con pesadas cargas de deuda no realizarán sus pagos o se verán obligados a reestructurarse primero”, señala la nota de prensa de larepublica.co.
Mientras JOSÉ bass player escribe en su cuenta de X (Twitter) @Jose_Stefanbass “21 países al borde de la quiebra y en la lista aparece #Bolivia, de un tiempo a esta parte estamos apareciendo en todas las listas negras, gracias a todos los que le dieron el poder al @BOmereceMAS el 2005”.
Un total de 21 países de mercados emergentes tienen deuda soberana en dólares negociando cerca de niveles de dificultades, medidos por sus bonos soberanos en dólares que cotizan alrededor de una prima de 1.000 puntos básicos sobre los bonos del Tesoro, según datos compilados por Bloomberg, señala larepublica.co.
El medio indica que la cifra de países podría aumentar tras el conflicto de Israel contra el grupo terrorista Hamás, podrían socavar aún más el apetito por el riesgo.
De acuerdo al economista y exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza, siempre hay probabilidad de incumplimiento de pago de deuda. “En este caso crece por la dificultad que tiene Bolivia por los dólares más que por el incremento de las tasas (de interés)”, complementó.
Recordó que Bolivia tiene emisiones de deuda con cupones de tasa fija, por ello el incremento de las tasas no incide mucho, pero el país corre el riesgo de no poder acceder a nuevos créditos por lo caro que está, más por la ausencia de dólares, que sí podría llevarnos a incumplimientos.
“Nadie sabe cuánto ni cómo, no tenemos la data. Realmente es navegar con velo en los ojos. Nadie podría decirte con seguridad si eso puede pasar o no (entrar en default)”, señaló.
Como se recordará, la escasez de dólares continúa en el mercado nacional y algunos bancos no tienen para cambiar, tampoco reciben la divisa estadounidense en sus cajas de ahorro y menos apertura caja de ahorros en dólares.
Medios
Los medios internacionales señalan, en base a una publicación de la Reserva Federal de San Luis, sostiene que una alza de la moneda estadounidense puede desatar una fuga de inversiones de los países emergentes hacia la nación del norte, y por lo tanto, el fantasma de la devaluación se puede agudizarse.
Esa situación desacelerará más la recuperación de sus economías. Ante un contexto externo adverso por los conflictos bélicos que se registran en medio oriente, el cual puede ampliarse a otras naciones de la región.
Deuda
En el caso de Bolivia, si bien el próximo pago del principal no es hasta 2026, el Gobierno se está quedando sin dólares para pagar la deuda y está buscando pedir prestado al Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar un default en el futuro, según el medio internacional.
En agosto las autoridades del sector económico informaron, ante las opiniones de algunos economistas de que Bolivia ingrese a default, impago de deuda, que el país cumplió con sus obligaciones.
Como se recordará, el BCB en su informe señaló sobre la venta de 17 toneladas de oro en 1.059 millones de dólares entre los meses de mayo y agosto de 2023, e indicó que los recursos obtenidos se destinaron para el pago de la deuda externa.
“La conversión de las reservas de oro en divisas se destinó a fortalecer las reservas líquidas que administra el ente emisor y cumplir con las obligaciones del Estado Plurinacional con acreedores externos, como el pago del servicio de la deuda pública externa, incluyendo la cancelación oportuna de los bonos soberanos emitidos el año 2013”, sostuvo el reporte.
Iliquidez
El agotamiento de las reservas de gas y la caída de la producción redujo los ingresos del país en casi 50%, de 6.000 millones de dólares a menos de 3.000 millones, y el país se convirtió en importador neto de combustibles.
Para el economista Gonzalo Chávez, el Gobierno enfrenta serios problemas fiscales y más aún con un contexto externo desfavorable. “La economía boliviana ingresó en decadencia por el modelo primario exportador rentista”, aseguró el analista.
Los expertos en hidrocarburos, como Raúl Velásquez, en su momento, lamentaron que el anterior gobierno no haya hecho las exploraciones necesarias, pero también dijo que hace falta una nueva Ley de Hidrocarburos para atraer inversiones y capitales frescos.
Chávez coincidió, por separado, sobre la falta de inversión en el sector de hidrocarburos, ahora los ingresos no son suficientes, y no hay recursos para inversión pública o gasto público.
El retraso en la aprobación de créditos, así como mayores recursos por el presupuesto reformulado, con mayor porcentaje para el Gobierno, medidas para frenar el déficit público y la caída de las reservas internacionales, complican la situación económica del país.
Si no hay ajustes en el corto y mediano plazo, y con un contexto externo desfavorable, la crisis económica se puede profundizar, según los economistas.
Una muestra clara es el decrecimiento del Producto Interno Bruto al segundo semestre de la presente gestión, que apenas llegó a 2,2%.
Oficial
Mientras tanto, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, señaló, el pasado 10 de octubre, que Bolivia se situará entre las primeras economías con más expansión económica a nivel de Sudamérica, en 2023, a pesar de un contexto internacional complejo, marcado por la incertidumbre y contracción económica.
El Banco Mundial (BM) proyectó que, para este año, Bolivia tendrá un crecimiento económico de 1,9%; el Fondo Monetario Internacional (FMI) perfila un crecimiento de 1,8% y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) proyecta un crecimiento de 2,2%.
En la actualidad, se atraviesa por un escenario internacional complejo marcado por la estanflación (estancamiento con alta inflación), contracción económica y elevadas tasas de interés que derivan en el encarecimiento de los créditos del sistema financiero y afectan la reactivación del sector productivo.
El crecimiento del PIB es impulsado principalmente por la demanda interna y un incremento en la facturación de, por ejemplo, servicios de restaurantes, hoteles y uso de pasajes aéreos.
A septiembre de 2023, la inflación en Bolivia se sitúa en 1,5%, uno de los indicadores más bajos a nivel de Sudamérica, gracias a las medidas implementadas por el Gobierno nacional para preservar la estabilidad de precios y cuidar la economía familiar.