El segundo día de bloqueo en la ruta entre Santa Cruz y Trinidad se cumplió ayer, medida que mantienen pobladores y transportistas, en reclamo de la construcción del tramo carretera Okinawa – Los Troncos. La falta de un acuerdo entre la Gobernación y el Gobierno impide dar solución al conflicto.
Los bloqueadores justifican su manifestación al señalar que “desde hace nueve años” vienen esperando que se cumplan compromisos y acuerdos hechos con distintas autoridades nacionales y departamentales para que se ejecute esta obra que tiene un recorrido de 34 kilómetros.
Son cinco los puntos en los que se han hecho los cortes de ruta en demanda de este pedido, y que están en: San Julián, Fortín Libertad, Cuatro Cañadas, Guarayos y Okinawa.
Según los transportistas los puntos de bloqueo son más de 11 y la situación tiende a agravarse porque el tránsito de productos es el más golpeado.
“Estamos perjudicando al departamento de Santa Cruz, pero el proyecto Okinawa – Los Troncos es de prioridad para los transportistas y es importante para todo el país. Hasta el momento tenemos más de once puntos de bloqueo en la Chiquitania y estamos entrando en un problema porque se está entrando en la zafra”, señaló Bismark Daza, ejecutivo de la Federación de Transportistas 16 de Noviembre.
EL PUNTO DE CONFLICTO
El secretario de Desarrollo Económico Productivo de la Gobernación de Santa Cruz, Edgar Landívar, indicó que esta institución ofreció una contraparte del 20% para la obra, pero que la Administración Boliviana de Carreteras (ABC) exige un 30%.
Como respuesta a esta postura, el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, señaló que se han presentado diversas excusas de parte de la Gobernación y que es necesario la firma de un convenio intergubernativo para sellar una solución a este tema.
“Que dejen de gastar en gastos recurrentes, solo el 10% se destina a inversión, que hagan los ajustes correspondientes, que no se hagan víctimas”, dijo el ministro.
Las dos partes en conflicto se mantienen en sus posturas y no hay diálogo.
«Un bloqueo no es más que la incapacidad de resolver por la vía del diálogo justas aspiraciones, demandas e incluso diferencias que deberían resolverse por la fuerza de la razón antes que por la razón de la fuerza», opina el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, Gary Rodríguez, por la falta de acuerdos entre los niveles implicados.
Rodríguez asegura que “un bloqueo perjudica al productor, al importador, al exportador, al comerciante, al trabajador, al ciudadano de pie” y que son las instituciones las llamadas a buscar una salida. (Santa Cruz, agencias).