«Jesús quiere hacer una nueva comunidad, por eso les decía a sus apóstoles, debemos hacer una nueva forma de vida y, para esto, la Iglesia nos invita a rehacer nuestro mundo a reconstruir con paz, con bien con alegría, con diálogo, nos invita a reconstruir nuestro mundo, nuestras familias. Jesús quiere una nueva forma de vida», exhortó.
Esa reflexión surge en medio de un panorama preocupante que atraviesa el país, debido a la escasez de agua y la sequía que azota a siete regiones. La falta del líquido vital también está afectando a la producción agrícola y a la ganadería.
En ese sentido, también consultó a los asistentes en la celebración litúrgica cómo aportan para cuidar la Casa común, qué responderían al Creador si encuentra una población dividida, enfrentada por el poder.
«Dios nos pregunta a cada uno de nosotros, ¿Cómo está la viña de Dios?, es decir nos referimos al mundo, hablamos de la naturaleza, de la humanidad, las familias y de toda la creación. Ustedes tienen la respuesta. ¿Qué pasará?, dijo monseñor Durán, si llega el Señor y nos encuentra divididos, en peleas por la pugna del poder, por la punga de la economía, «¿qué pasará si viene Dios?», consultó.