Sin embargo, este alivio es efímero y las bombas impulsoras de agua de Filculco, que habían estado trabajando incansablemente durante dos meses, tuvieron un merecido descanso debido a la abundancia del recurso.
La dependencia crítica de Sucre de las lluvias se ha vuelto cada vez más evidente en medio de la creciente escasez de agua que ha enfrentado. La ciudad confía en dos cuencas principales: Ravelo, que normalmente suministra 350 litros por segundo, y Cajamarca, con 50 litros.
Antes de las lluvias, los caudales de ambas cuencas se habían reducido drásticamente, alcanzando niveles alarmantes, mucho por debajo de la mitad de su capacidad normal. Esta disminución llevó a la activación de las bombas de impulsión de agua de Filculco, que operaron incansablemente desde agosto para abastecer de agua a los sucrenses.
Frente a esta realidad, expertos en el campo, incluyendo a reconocidos ambientalistas como David Torres y Alexis Montellano, hacen un urgente llamado a las autoridades y a la comunidad para no perder de vista la necesidad apremiante de construir una represa en la región. Esta demanda, que ha resonado durante décadas, se vuelve cada vez más crucial “a la luz de los ciclos de sequía más frecuentes y prolongados que afectan no solo a Sucre, sino también a las áreas circundantes”, coincidieron.
La construcción de una represa no es simplemente una medida preventiva; es una necesidad imperante para garantizar el suministro de agua a largo plazo para la ciudad y sus habitantes. Además, los expertos instan a la implementación de medidas adicionales, como la plantación de árboles en la cuenca del río Ravelo. Esta práctica no solo ayudará a atraer más lluvias, sino que también contribuirá a mantener la calidad del agua y a preservar los valiosos recursos naturales de la región.
Simultáneamente, se subraya la importancia de llevar a cabo campañas educativas destinadas a fomentar un uso eficiente del agua entre los ciudadanos. La educación y la concienciación son esenciales para conservar este recurso vital y para asegurar que cada gota se utilice de manera responsable. (Sucre, Erbol)