El obispo del Vicariato Apostólico en Pando, monseñor Eugenio Coter, denunció ayer la intensa explotación de oro en el caudaloso río Madre de Dios, creando una incontrolable contaminación en sus aguas por el uso de mercurio. Dijo que –al menos– unas 200 barcazas navegan por su lecho diariamente sin control del Estado.
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