En apenas 37 años de funcionamiento, este nosocomio pasó de ser un modelo de excelencia en atención sanitaria a una institución que lucha por subsistir.
Durante la mañana de ayer hubo largas filas de personas esperando en las afueras del hospital, con la esperanza de ser atendidas. La falta de espacio y recursos llevó a la habilitación de camas en pasillos y salas improvisadas, especialmente en las áreas críticas, lo que dificulta aún más la atención adecuada de los pacientes.
Personas con diversas dolencias se ven obligadas a recibir atención en los pasillos, mientras que otros esperan afuera del nosocomio o en las calles, en busca de obtener una ficha de atención para el día siguiente. La situación es tal que muchos de ellos, a pesar de madrugar para obtener una ficha médica, no lograron ser atendidos, presentando largas filas de espera y una desesperación palpable entre quienes necesitan asistencia médica urgente.
Un familiar de una paciente, visiblemente afectada, expresó su angustia: “Desde anoche estamos aquí y aún no nos pueden atender. Pido a las autoridades que vengan a ver la desesperación de la gente que llega en busca de atención, algunos esperan por días por una cama para recibir el tratamiento”.
Según los pacientes las razones detrás de esta grave crisis no han sido detalladas oficialmente, pero las evidentes carencias en la infraestructura y el aumento de la demanda de servicios médicos podrían estar contribuyendo al colapso del hospital. Los ciudadanos exigen acciones inmediatas por parte de las autoridades para resolver esta situación crítica y garantizar la atención adecuada de los pacientes en El Hospital Japonés. (Santa Cruz, con datos de la Red Uno).