Las Fuerzas Armadas burkinesas señalaron en un comunicado que el ataque fue lanzado por cerca de un centenar de terroristas contra unidades militares que escoltaban un convoy de víveres destinados a las poblaciones de Titao.
Burkina Faso, gobernado por una junta militar desde el golpe de Estado de enero de 2022 contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, experimentó un aumento de la inseguridad desde 2015. La junta está ahora encabezada por Ibrahim Traoré, quien protagonizó en septiembre una asonada que fue considerada un golpe palaciego contra el hasta entonces líder, Paul-Henri Sandaogo Damiba.
Los continuos ataques en el país, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, contribuyeron también a incrementar la violencia intercomunitaria e hizo que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés sumó a voluntarios. (Europa Press).