El balance de palestinos muertos a causa de la ofensiva militar lanzada por el Ejército de Israel contra la Franja de Gaza tras los ataques por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ascendió a 20.000, incluidos 8.000 niños, señalaron las autoridades del enclave, que aseguraron además que existen cerca de 6.700 desaparecidos.
La oficina de prensa de las autoridades de Gaza, controladas por Hamás, indicaron en un comunicado publicado en su cuenta en Telegram que entre los muertos hay 310 trabajadores sanitarios, 97 periodistas y 35 miembros de la defensa civil, antes de subrayar que la ofensiva israelí dejó más de 1,8 millones de desplazados internos y cerca de 2,4 millones de personas en condiciones humanitarias sin precedentes de miseria.
«La situación humanitaria en la Franja de Gaza es cada vez más catastrófica (…) y se dirige hacia el abismo a causa de la guerra genocida lanzada por el Ejército de ocupación», alertó, además del sufrimiento de la población palestina en Gaza a causa de la escasez de comida, medicinas y agua potable.
Asimismo, denunció que los ataques israelíes provocaron que 23 hospitales y 53 centros de salud hayan quedado «fuera de servicio» y especificó que los bombardeos destruyeron a 126 oficinas gubernamentales, 114 mezquitas, tres iglesias, 373 escuelas y universidades. «La ocupación ha destruido totalmente 53.000 unidades de vivienda, mientras que 255.000 han quedado destruidas parcialmente», detalló.
Por ello, recalcó que las autoridades de Gaza hacen a la comunidad internacional y a Estados Unidos, junto a la ocupación israelí, totalmente responsables de la guerra genocida llevada a cabo por el Ejército de ocupación, dado que la comunidad internacional, y Estados Unidos en particular, impusieron medidas intencionadas y deliberadas para bloquear todos los esfuerzos destinados a detener la guerra genocida contra Gaza.
En esta línea, la oficina de prensa de las autoridades gazatíes reclamaron que la comunidad internacional «condene» a Israel por sus ataques contra el sistema sanitario y «presione» al Gobierno de Israel para que «detenga su plan de eliminar el sector sanitario». Además, dijo que los 1,8 millones de desplazados sufren malas condiciones de vida y cobijo.
«Pedimos al Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo (CCG), la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), la Liga Árabe y todos los países del mundo libre que se unan inmediatamente para encontrar una solución a la catástrofe humanitaria que sufren 308.000 familias por la pérdida de su vivienda», señaló.
El portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, indicó que la cifra de víctimas de la ofensiva israelí hace tiempo que es inaceptable, enorme y desmesurada. «Da igual el adjetivo que quiera usar», indicó en rueda de prensa.
«Queremos ver cómo se silencian las armas para poder llegar a la población de Gaza que necesita ahora la máxima ayuda», manifestó, antes de reiterar el llamamiento del secretario general de la ONU, António Guterres, y su enviado especial para Oriente Próximo, Tor Wennesland, para restablecer un camino político hacia una solución de dos Estados. (Europa Press)