Según información preliminar, la creciente de la quebrada Las Cruces se llevó una vivienda tras las intensas precipitaciones en la región.
Una emergencia se reportó ayer en Santander luego de las fuertes lluvias. De acuerdo con información preliminar, el hecho sucedió en el sector El Tierrero, en el casco urbano de San Vicente de Chucurí, debido a la creciente de la quebrada Las Cruces por más de 24 horas de intensas lluvias.
Luego de la fuerte avalancha que bajó por el afluente hídrico más grande del municipio, el reporte más reciente de la Unidad de Gestión del Riesgo (Ungrd) indica que hay una persona fallecida y dos desaparecidos.
A través de las redes sociales se conocieron imágenes de la emergencia en la zona, evidenciando la gravedad de la situación actual. El departamento de Santander enfrenta una situación crítica a causa de las intensas lluvias que afectaron a la región.
La Unidad de Gestión de Riesgo de Santander advirtió que 61 municipios estarán en alerta constante durante el fin de semana, posiblemente por el deslizamientos de tierra, desprendimientos de roca en las vías y desbordamientos de ríos.
Las zonas más afectadas por las lluvias fuertes incluyen Cimitarra, Puerto Parra y San Vicente de Chucurí, mientras que se esperan lluvias moderadas en Barrancabermeja, Puerto Wilches, Sabana de Torres y El Carmen.
Eduard Sánchez, director de Gestión de Riesgo de Santander, explicó que la saturación de humedad en los suelos incrementó la probabilidad de deslizamientos de tierra en áreas de ladera y alta pendiente. También mencionó que se produjeron inundaciones en municipios como Cimitarra y afectaciones en la provincia de García Rovira y la provincia de Vélez.
Sánchez destacó que desde marzo se tomaron medidas preventivas, como la corrección de cauces y cuerpos hídricos, con una inversión significativa de recursos para mitigar los riesgos en más de 39 municipios.
Según las autoridades locales, siete municipios se encuentran en alerta roja, y se registraron inundaciones significativas en áreas como Puerto Colombia, donde el sector de Villa Campestre sufrió anegaciones tras un fuerte aguacero. Además, en el corregimiento de Sabanilla, una descarga eléctrica impactó una caseta de salvavidas, resultando en lesiones para un socorrista y otros ciudadanos, quienes fueron trasladados a un hospital para recibir atención médica.
Las autoridades mantuvieron alertas para los ríos Carare y Opón, realizando monitoreos constantes para prevenir emergencias mayores e inundaciones en viviendas y cultivos. El aumento de las precipitaciones, exacerbado por el huracán Rafael, intensificó la humedad y las lluvias en la región, elevando los niveles de los ríos Carare, Opón y Magdalena, que ahora están en alerta roja por riesgo de desbordamiento.
Ante esta situación, se recomienda a los habitantes y autoridades municipales de Santander mantener un estado de alistamiento permanente para enfrentar posibles afectaciones por movimientos de masa, pérdida de calzadas, inundaciones y crecientes súbitas.
La coordinación con entidades operativas y de socorro es crucial para una respuesta inmediata y efectiva. Asimismo, la Sala de Crisis del departamento realiza un monitoreo constante y emite recomendaciones específicas, especialmente para el área metropolitana de Bucaramanga, donde podrían presentarse inundaciones.
OTRO DEPARTAMENTO
AFECTADO
Chocó enfrenta una grave crisis debido a las intensas lluvias que azotaron la región durante las últimas 72 horas.
La gobernadora Nubia Carolina Córdoba, indicó que el 85% del territorio registró emergencias, con 25 municipios afectados por inundaciones y deslizamientos de tierra. Las lluvias causaron el desbordamiento de ríos y vertientes, dejando a muchas comunidades prácticamente bajo el agua.
La situación es crítica en áreas como la Costa Pacífica, la cuenca del Atrato y la cuenca del San Juan, donde se decretó un paro armado. La gobernadora Córdoba hizo un llamado urgente al presidente, Gustavo Petro y a la vicepresidenta, Francia Márquez, para que actúen de manera coordinada y eviten una tragedia mayor, ya que la capacidad local para enfrentar la situación fue superada.
En el municipio de Litoral del San Juan, se declaró el estado de calamidad pública el 7 de noviembre para facilitar la atención de emergencias en más de 40 de las 60 comunidades afectadas. Además, se estima que unas 15.000 personas fueron víctimas de las inundaciones y la erosión del suelo en localidades como Medio y Bajo Baudó, Istmina, Medio San Juan y Lloró. (Infobae)