Lamentando que la corrupción en el país se constituya en un factor cultural tan arraigado en diferentes organizaciones y partidos políticos, la diputada por Comunidad Ciudadana (CC), Alejandra Camargo, afirmó que este fenómeno negativo es uno de los obstáculo para el desarrollo y progreso del país, mismo que mantiene a la sociedad sumida en la pobreza.
Desde sus redes sociales, la legisladora representante de Cochabamba sostuvo que a lo largo de los años en la historia del país, la corrupción se ha ido manteniendo tanto en partidos políticos de derecha como de izquierda, afectando además a varias personas de diferentes clases sociales y etnias.
“Esta triste realidad es un obstáculo para el desarrollo y progreso de Bolivia, que mantiene a la sociedad sumida en la pobreza y la ignorancia”, afirmó.
A criterio de la legisladora, la corrupción se manifiesta de diversas formas, desde el soborno y la malversación de fondos públicos, el tráfico de influencias, hasta la manipulación de contratos y licitaciones, llegando a involucrar a políticos partidarios, funcionarios públicos, empresarios y otras figuras importantes en la esfera del poder, quienes al verse descubiertos enfrentan pocas o nulas consecuencias por sus actos, al ser capaces de comprar la justicia.
“Casi nunca los casos de corrupción han tenido resarcimiento de daños o devolución de los recursos y bienes robados, como ocurrió con el caso Zapata o el Fondo Indígena”, recordó Camargo.
Para la asambleísta, esta “cultura de impunidad” ha creado un clima de desconfianza generalizada hacia las instituciones encargadas de administrar justicia y ha minado la credibilidad de varios líderes políticos.
“Es importante enfatizar que la corrupción no es exclusiva de un solo partido político o de un grupo social específico en Bolivia. Somos todos testigos de que tanto los gobiernos de derecha como de izquierda siguen el mismo camino de descomposición moral y ética”, sostuvo.
Asegurando que todo lo mencionado demuestra que la corrupción se trata de un problema estructural ajeno a las ideologías y parte de la idiosincrasia de los bolivianos, Camargo señaló que esta presencia persistente ha dejado consecuencias devastadoras para el país.
“Los recursos que deberían destinarse a mejorar la infraestructura, la educación, la salud y otros servicios básicos, son desviados impunemente y como resultado, gran parte de la población vive en condiciones de pobreza, precariedad y falta de oportunidades, perpetuando así un ciclo de desigualdad y marginación”, indicó.
“¿Será que algún día podemos romper este ciclo de podredumbre mental y estructural?”, cuestionó la legisladora, enfatizando que es necesario fortalecer las instituciones encargadas de combatir la corrupción y promover una participación ciudadana activa en la supervisión de los procesos gubernamentales. A esto debe sumarse el tema de la renovación en el campo de la política como un tema pendiente.
“Queda la duda y el desafío”.