La comuna paceña organizó una inspección a dos lugares de donde presuntamente emanaría algún tipo de contaminación; el exrelleno sanitario de Mallasa y depósitos de la Subalcaldía de Mallasa. Tras el recorrido se aseguró que “no existen gases tóxicos” en el sector. Sin embargo, padres de familia de la unidad educativa en la que 19 estudiantes resultaron intoxicadas aseguran que el malestar de sus hijas se debe a gases que provienen de algún sector.
“Desde el primer día que hemos dicho que aquí había algo, no han venido ni siquiera a preguntarse qué, nadie ha venido a preguntar qué ha pasado, qué han olido. Algo han tomado seguro (eso dijeron) echando por el piso la reputación de las estudiantes”, señaló una madre de familia visiblemente indignada y molesta.
Con ella, un grupo de progenitoras estaba en instalaciones de la unidad educativa y en el afán de ser escuchadas, comenzaron a protestar por, según ellas, la inacción de las autoridades ediles.
“La alcaldesa los ha tratado de drogadictos”, “El alcalde es un mentiroso, pero todo lo dejamos a Dios, tienen hijos”, señalaron algunas de las mamás.
De acuerdo con las mujeres, el día de la presunta intoxicación, sus hijos sintieron algún tipo de gas en el ambiente y por eso se sintieron mal, además, “no solo eran 19 (estudiantes) eran más y no solo eran mujeres”, aunque la mayoría de las más afectadas sí, “porque eran las gualipoleras que estaban cerca a ese lugar”, explicó otra de las progenitoras.
Los padres de familia piden que se investigue y se llegue al fondo del asunto para saber qué es lo que realmente causó la indisposición de los estudiantes. Informaron que, mientras se investiga, las clases en ese establecimiento educativo son virtuales.
Precisamente, con el fin de demostrar que no hay gases tóxicos por el sector, el alcalde paceño, Iván Arias, la subalcaldesa de Mallasa, María del Camen Navarro y el director de Prevención y Control Ambiental de la Alcaldía, Marco Martínez, además de representantes de la junta de vecinos y control social, se realizó una visita al exrelleno sanitario de Mallasa y los depósitos de la Subalcaldía Mallasa.
“Quiero demostrarles que lo de los gases tóxicos y que estamos respirando aire contaminado, no existen en esta zona; hay la contaminación del polvo porque es una zona seca, pero no hay ningún gas tóxico”, afirmó el burgomaestre.
La inspección fue por las chimeneas y piscinas de lixiviados del exrelleno, que dejó de funcionar hace 17 años como parte del proceso de cierre definitivo.
El director de Prevención y Control Ambiental de la Secretaría Municipal de Gestión Ambiental y Recursos Renovables, Marco Martínez, aseguró que el exrelleno sanitario está cerrado hace 17 años, y dispone de cuatro piscinas de lixiviados que ya están secas.
Apuntó que el área de piscinas de lixiviado sería fuente de contaminación normalmente en rellenos en operación, pero “ahora están casi vacías, porque se evapora el lixiviado, entonces lo que se generaría aquí son olores porque el líquido se va no tiene aireación solamente está estancando y ahí tendría que estar generando metano pero se hubiera empezado a sentir un picazón en la nariz”, detalló.
Aseguró que en el sector también hay mitigación que está en una zona cubierta con vegetación que permite mitigar la generación de olores. Además, la generación de lixiviado “ahora son solo gotas que se produce, evidentemente eso va variar de acuerdo a la época del año que nos encontramos”.
Además, el exrelleno de Mallasa cuenta con licencia ambiental para la etapa de posclausura y “aquí trabajan, hace seis años, más de 20 personas de Emaverde que se encargan del relleno y no han tenido ningún problema de intoxicación. Además, recientemente la Dirección de Prevención y Control Ambiental ha contratado a otras seis personas para el manejo de la compostera, quienes tampoco han presentado ningún proceso de intoxicación”, puntualizó.
En ese entendido, dijo que la presunta contaminación ambiental en el colegio tampoco sería posible, porque la distancia del lugar está entre 900 metros y un kilómetro y “la emanación de estos gases tanto de la piscina como de las chimeneas, en la atmósfera se van diluyendo (por) la distancia y el viento”.
ESTUDIO
La gestión 2022 se realizó un estudio de olfatometría para saber dónde van los olores y se estableció que “la mayoría se va hacia el sector de la Muela del Diablo, que es hacia el este y no hemos tenido olores hacia lo que es el área urbana de Mallasa”, recalcó.
A esto se suma que con el plantado de 4.000 árboles, el exrelleno camina a convertirse en un parque ecológico, lo que mitiga de sobremanera las emisiones de gases contaminantes.
En el recorrido también se visitaron los almacenes o depósitos de la Subalcaldía de Mallasa, donde se encontró material de escritorio, ropa de trabajo, herramientas, jaboncillos, lavandina, pintura, cemento, entre otros materiales de construcción.