El presidente recordó que desde hace tres semanas las Fuerzas Armadas están desplegadas en la zona norte de Chile en el marco de la Ley de Infraestructura Crítica, que contempla la presencia militar por 90 días en un operativo que suma miles de controles y decenas de detenciones, y dijo que esta medida permite que quienes viven en estas zonas se sientan más seguros y resguardados.
COMISARÍA
Durante su visita a la zona norte, prevista para el viernes pasado pero pospuesta para llevar a cabo el cambio de gabinete, el mandatario anunció nuevas medidas en la zona, como un plan de mejoramiento de infraestructura y condiciones de habitabilidad para miembros de Carabineros y las Fuerzas Armadas en el territorio y un plan nacional de complejos fronterizos, con obras de mejoramiento y ampliación de los 40 complejos fronterizos del país.
También anunció iniciativas para la comuna de Colchane en específico, la más afectada por la crisis, como la construcción de una comisaría, el aumento de la dotación de Carabineros y la restauración de los 162 kilómetros de la ruta internacional que une la ruta 5 Panamericana, Huara e Iquique con Colchane, y que “fue una demanda muy sentida», dijo Boric.
A nivel legislativo, el mandatario recordó que su Gobierno está impulsando dos proyectos de ley para simplificar y acelerar los procesos de expulsión en caso que sean necesario, por ejemplo, en caso de condenados por delitos de droga, además de realizar una fiscalización mucho más intensa en las cárceles donde muchas veces operan bandas criminales.
«Estas medidas apuntan a contener y reducir la irregularidad migratoria, pero en particular para combatir de frente a las organizaciones criminales que aprovechan flujos y necesidades para cometer delitos como trata de personas tráfico de drogas y tráfico de armas», agregó. El presidente, que visitó por primera vez la zona, señaló que no se trata de una visita para la foto, sino que representa nuestra voluntad y compromiso para hacernos cargo de las falencias del Estado para hacer frente a la migración irregular.
El norte de Chile lleva desde 2021 sumido en una fuerte crisis migratoria tras la llegada masiva de personas por pasos clandestinos, la mayoría de nacionalidad venezolana; el colapso de pequeñas localidades fronterizas como Colchane; y la celebración de marchas xenófobas.
Los inclementes pasos altiplánicos son la principal ruta de ingreso irregular a Chile, que sigue siendo uno de los países más atractivos para migrar dentro de América Latina por su estabilidad política y económica, pese a la pandemia y la crisis social de 2019.
En total existe 1,4 millones de migrantes en el país latinoamericano, lo que equivale a más del 7 % de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos. (El País, agencias)